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«Minino»

Paso un tiempo mientras caminaba desorientada y sin saber donde estaba. Creo que en vez de salir a un lugar más abierto donde estaría el campo me había adentrado por la ciudad. Realmente ¿Acaso seria posible que me perdiera en este mundo? Dios mío no. Estaba nerviosa mirando a los lados de la avenida que cuando sentí que algo toco mi pierna casi salto hacia la pista.

—Miauu..

El maullido me hizo dejar de estar asustada y me agache a cargarlo. Era un gato. Me quede mirándolo sorprendida, realmente parecía real, sus ojos verdes eran muy bonitos, combinaban bien con su pelaje negro.

—¿Realmente existes...? —lo alce un poco para girarlo y verlo mejor pero parece que se enfado.— ¡Hey! —reclame cuando me araño y salió corriendo.

«Que gato tan extraño... Espera. ¿gato...?»

De lo que iba a retroceder e irme mi cuello giro secamente volteando a buscarlo otra vez.

«No creo... Existen muchos gatos ¿verdad? Que justo "él" se ha su dueño no...»

Lo encontré, este también me estaba mirando y apenas se dio cuenta volvió a correr.

Empecé a seguirlo, estaba corriendo como loca por la calle siguiendo a un gato. Esquivaba a cualquiera que estuviera enfrente y solo esperaba no perderlo.

— ¡No puede ser!

Escuche que alguien gritaba, tal vez un conflicto, no me dio importancia y seguía corriendo.

— ¡Hey tú! ¡la que esta corriendo!

Pare. Gire a ver quien me llamaba y unas chicas como de mi edad se me acercaron. Tenían puesto el uniforme, en sus codos las bolsas de tienda resaltaban demasiado junto con sus raros decolorados y como si le diera su toque cada una tenia la típica camisa abierta.

— ¡Deberías tener mas cuidado! ¡Casi botas nuestras cosas! —la otra puso casi en mi cara una de las bolsas— ¡Estas ropas son de diseñador! ¡Ten más cuidado!

Me quede callada viéndolas, analizándolas. Y solo se me vino un pensamiento.

«¿Y estas quienes putas son?»

No me malentiendan, es que de verdad no sabia quienes eran.

Las mire de arriba abajo para ver si las sacaba de algo pero simplemente no sabía quienes eran ellas. Volví a mirarlas directo y aún seguían molestas, bueno, tienen razón en cierta parte, no debería estar corriendo de esa manera.

— Discúlpenme —miraba de reojo atrás mío buscando al gato.— tendré más cuidado.

Hice una inclinación e intente voltear empezando a correr más despacio, pero ya no estaba, lo había perdido de vista. En eso me agarraron del hombro, volviendo a ver a las chicas de antes aún más molestas.

— Te estamos corrigiendo y tú ¿nos volteas la mirada? ¿Acaso no sabes respetar a tus mayores?

Ladee la cabeza extrañada. En eso una señalo su uniforme.

— Somos de la preparatoria de aquí, ¿Acaso tu no eres una niña de secundaria?

Mi cabeza estaba tocando el piso de tanto que la ladee a un lado, exagerando. En eso me di cuenta de algo, formando una "oh" en mi boca. Tendría sentido si como es mi sueño ellas son el tipo ideal de personas que menos me gustan... ¿Seria posible soñar con extras así? Negue rápidamente volviendo a mirarlas.

— A ver, ustedes, ¿Quiénes son?

— Somos tus superiores y...

Las detuve moviendo mi mano de un lado a otro en negacion.

Intentare ayudarte -TRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora