Capítulo 1: El post.

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Un mes atrás

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Un mes atrás.

Alina.
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—Que tenga un buen día —despedí a un cliente con una sonrisa a medias.

—Gracias, igual —respondió indiferente y se marchó.

La sonrisa en mis labios se desvaneció y mire con desaprobación al sujeto, quién había sido poco amable desde que ingreso a la sucursal, o al menos eso me había comentado Lorena.

—Los odio tanto —masculló Josh con rencor, contuve una sonrisa divertida—. Son tan estresantes, se creen tan importantes y vienen a comprar ropa en marcas como esta y más aparte con rebaja.

Sayer camino a nuestra dirección después de que se puso a platicar con Cally, la supervisora del departamento de damas.

—¿Qué les dijo?

"¿Estás segura de que pasaron con rebajas?", "¿Es el total con las rebajas?", "¿Todas tienen rebaja?" —arremedó Josh con fastidio, se cruzó de brazos mirando la tienda desde nuestro punto, es decir, cajas—. No la dejaba ni cobrar, ¿verdad?

Asentí con una risa.

—En Genova son peores —conté, ganando la atención de Josh mientras que Sayer se distraía mirando el ordenador que mostraba la imagen de las cámaras de seguridad—, la zona es más "sofisticada" y con ello, los clientes son más especiales. Debes tener tacto para...

—Miren —me interrumpió Sayer, ignorando que contaba algo. Josh miro al ordenador y yo solo permanecí en silencio—. Yel y sus manías por el trabajo.

Ambos miraron por el ordenador, usualmente esa es mi experiencia laboral con Sayer. Yo hablo, ella interrumpe o por lo regular nunca me presta atención.

Solo habla de ella. Ella, ella y ella.

No me enfadaba aunque si me irrita que interrumpa a las personas, privándolas de opinar o siquiera contar algo.

Josh la pone en su lugar incontables ocasiones, claro, solo si se mete conmigo o con él.

La tienda se dividía en cuatro equipos: departamento de caballeros, departamento de damas, equipo de cajas y bodega.

Pertenezco al equipo de cajas junto con Sayer y Josh, la gerente de la sucursal también forma parte del equipo pero, convivo más de seis horas con ellos dos.

Josh me agrada, es un chico que es transparente, directo, le importa un carajo si la verdad te hiere. Pero es buen tipo.

Sayer por el contrario es la chica más engreída que he conocido, puede hablarme bien pero a mi espalda habla mal, se elogia a sí misma como si no hubiera un mañana, aparte de que no duda en aludir de sus "raíces" asiáticas.

Dos personas totalmente distintas pero una de ellas es la más real que había conocido en mi corto lapso trabajando como cajera.

—Hacemos tu arqueo para que vayas a comer, ¿vale? —Cally camino a mi área de cobro, la cuál era la 2—. Que Sayer y Josh cobren en la caja cuatro.

¡Hey, 60544!: EMISORA.EN EDICIÓN.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora