Navegó en un barco de papel surcando las olas en aquél mar de depresión en él que su final ya está marcado y no hay nada más allá que sólamente un precipicio, en donde posiblemente caiga al vacío húmedo y oscuro dónde la poca autoestima que me queda sé refugia y esconde del depredador llamado auto despreció, él cuál sin consideración arranca y mastica con gran furia lo único que me evita él terminar con todo esté burdo escenario llamado vida.
Yo escribía poesía cómo un grito de ayuda, rogando auxilio y llorando por apoyó, pero no nunca recibía consuelo, solamente ovaciones y aplausos al contar mis delirios en bellas estrofas y versos, con finas palabras huecas que decían elegantemente lo mal que me encontraba por dentro, pero qué a pesar de ello mostraba una falsa sonrisa ante cualquier preocupación diciendo que todo sé encontraba perfecto cuándo la realidad era que solamente deseaba que algo pasará y me arrebatará él primer regaló que me dieron al abrir los ojos en este falso infierno dónde los demonios no tenían alas o cuernos, sí no, amables rostros y bondadosas acciones hacia tu ser; las palabras que te susurran no serían dé desprecio o odió, si no, dé lastima y empatía, mientras que a tus espaldas te maldecian o te daban su lástima cómo un simple perro lastimado.
Ya no podía mirar él mundo cómo era antes, mí cabeza no lo permitiría, ¿pará que yo lo quisiera contemplar cómo era en realidad?, Era la mejor pregunta que tenía pará contestar la lógica dé mi accionar, ¿Acaso no era mucho mejor la fantasía en la que vivía? Dónde las promesas se cumplían y las malas caras no existían...en dónde mí sangre no fue cambiada por tinta.
¿Acaso era un deseó prohibido?, No podía suplicarle a dios que las palabras no salieran solas o que mí imaginación no volará en los distintos escenarios.
Dónde mis respuestas fueran otras?...aquellos en los que no salió todo extremadamente mal y en el futuro los vidrios rotos no me perforan la piel, abriendo las viejas cicatrices que no habían curado por completo dejándome moribundo otra vez mirando al cielo donde mí vieja amiga trato de darle brillo a mis ojos con su luz pero era un intento inútil de devolverle la vida a un muerto en alma y mente.
