reconstrucción

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Mira este hogar, aun guarda esperanza, cimientos nuevos podemos vislumbrar

Fueron las primeras palabras que Mirabel había dicho a su familia, seguían molestos por la pérdida de todo, sus dones, el milagro, la casa, pero lo que más les molestaba es darle la razón a Mirabel, la casa mágica que tanto amaban ya no estaba y era culpa suya, si es verdad, estaban molestos, pero entre todas las cosas estaban contentos de tener nuevamente a su querida sobrina, ellos habían Sido Muy duros con ella y ahora tenían la oportunidad de enmendar sus palabras y sus errores.

aunque ya era costumbre no escuchar o tomar en serio las palabras de mirabel, fue sorpréndete darse cuenta que todo lo que necesitaba eran eso, la reconstrucción de lo que antes era una casa viviente sería una buena forma de unir a la familia de un daño que se había generado hace mucho tiempo.

el día en que los cimientos empezaron a construirse, mirabel no había llegado sola, un hombre temeroso del mundo exterior la acompañaba, su cara era triste, su voz muy callada pero su rostro era inconfundible, el tío Bruno estaba de regreso.

las miradas de todos sobre él no lo sorprendieron, ser objetivo de supersticiones lo habían destrozado en el pasado y aunque su herida aun no estaba sana, él amaba a su familia, intentó alegrarse al ver a sus hermanas y cantar con ellas, sus sobrinos por otra parte no lo querían de regreso pero trataba de hacer un esfuerzo, el más molesto con su regreso era Camilo, quien había vivido temiendo el nombre de Bruno, gracias a su madre pepa, quien con un carácter fuerte lo había enseñado a temer siquiera mencionar aquel nombre que pertenecía a su propio hermano,

Los susurros de las personas, le recordaban porque estaba encerrado en primer lugar o porque ya no hacia predicciones, aunque con la magia destruida no había motivos para temerle, pero incluso los niños que nunca lo habían conocido se alejaban de él.

odiaba tener que forzarse a salir de su lugar seguro para intentar ayudar y ser útil, poco a poco lo único que escuchaba en su cabeza es como todos los intentos de enmendarse y ser aceptado eran todos en vano, a él ya no le interesaba si en realidad tenía que ser feliz, estaba sufriendo lo mismo que sufría mirabel en un inicio, dar todo de si para ser alguien en la familia, ellos tenían que soportar su presencia y eso lo destrozaba

Para Bruno no fue sorpresa qué mirabel intentarse incluirlo en todas las actividades posibles desde levantar los escombros hasta ayudar a pasar herramientas, pero cada vez que lo intentaba veía como las personas se le quedaban viendo con miedo o desaprobación.

Aunque para los ojos de Mirabel Bruno tenía los suficientes avances para incluirlo más con las personas, esto no era una excusa para no entender que su tío estaba mal, a veces era violento, o simplemente era un nudo de nervios que terminaría abandonando las cosas y tomando su distancia.

Una tarde, el padrino de Mirabel, aquel hombre que de repente llegaba con canastas y obsequios para la familia había llegado, se notaba su preocupación en sus ojos, la construcción se estaba alentando y necesitaba algo de ayuda.

-mija- dijo el

-¿será que puedas conseguirme algo de ayuda? ¿Ya logramos quitar todos los escombros y tratado de rescatar todas las cosas que pudimos, pero a ciencia cierta no sabemos cómo es que estaban ubicados los cuartos, será que alguien de la familia pueda ayudarnos? -

Mirabel se lo pensó y después de unos minutos supo quién era la persona perfecta para poder encomendar esa tarea

_bruno, por supuesto, iré a buscarlo y volveré en unos momentos_

Dijo Mirabel con voz amable y decidida, Bruno era el indicado, no solo por haber pasado tanto tiempo dentro de las paredes, sino que a su vez este era un trabajo sencillo en el cual supondría no requeriría muchas personas, así su tío podría tener unos momentos de tranquilidad

-¿estás seguro de eso? Quiero decir... Bruno...-

El padrino tragó saliva, y en esos mismos instantes Bruno había pasado sigilosamente cerca de ellos, ninguno lo notó, sus pasos eran suaves, pero logró alcanzar a oír que hablaban de el

-bruno es un poco... Torpe. y ... ¿Y si algo malo pasa? -

-¿no creerás que puede lastimarte verdad?-

Dijo Mirabel un tanto molesta

-mira Mirabel, sabes lo que pasó con Bruno y como es en estos momentos... No me gustaría que hiciera este trabajo y terminara afectando algo-

Bruno tenía suficiente de esas palabras, la gente aún le temía y ahora lo había comprobado, pero sin magia, sin poderes, eso no tenía sentido, que tan miserable tenía que ser su vida para que él y la comunidad pudieran estar en paz y a paso veloz corrió a lo que él llamaba su lugar feliz, un pequeño vertedero dónde fueron a parar todos los escombros de casita, ya no tenía magia pero, casita era la primera amiga que había tenido desde que había escapado

-¿temes que tenga un colapso nervioso no es así? Sé que se preocupan por Bruno y justa mente debe ver que no le temen, el aún no entiende nada, estuvo tanto tiempo en aislamiento que le duele, a todos nos duele, es por eso que es perfecto para el trabajo-

Mirabel guiñó un ojo a su padrino, dándole a entender que todo estaba bien, su padrino suspiró y respondió

-todos tenemos miedo que no pueda volver a sonreír fervorosamente como lo hacía de joven y creo que tienes razón, incluirlo poco a poco en las actividades con las personas podría ayudarle mucho, iré a buscarlo para encomendarle la tarea y .. sí Mirabel seré gentil con mis palabras, no quiero asustarlo-

Dijo, viendo la expresión de aprehensión que la chica hacía

Mientras tanto Bruno, quien no había escuchado toda la conversación se encontraba tirado en el suelo del vertedero, no entendía que estaba haciendo mal, notaba que todos lo odiaban o temían no importara lo que hiciese, entonces lo vio, vio un trozo de una predicción, esa que había hecho que se fuera de la casa en primer lugar

-así que también terminaste aquí-

Dijo, sosteniendo los trozos de vidrio filosos y puntiagudos, unas lágrimas habían comenzado a correr de Sus ojos vidriosos

-todos es mi culpa, si yo.. si hubiese tirado la predicción al risco de mi habitación ella no lo hubiese encontrado, o si me la hubiera llevado, la casa quizá no se destrozaría, la gente no me temiera y yo...-

Estaba lamentándose cuando agarró el último trozo, este se resbaló de sus dedos abriéndole un pequeño corte, de ellos salían unas gotitas pequeñas de sangre, las cuales chupó en un intento de sanar su herida, cuando calló en si... Había olvidado que estaba llorando, que se sentía mal, que todos lo odiaban, ese minúsculo corte le había apagado el mundo por una breve fracción de segundos, tomó aquel trozo de vidrio y apoyándolo con la muñeca este presionó y deslizó sobre su arrugada piel.

Unos hilos de gruesa sangre, salieron de su muñeca y en vez de un gesto doloroso Bruno esbozo una sonrisa radiante, había encontrado la manera de aliviar sus pesares después de cada día, esto no le gustaría a Mirabel así que después de un par de minutos dejando que la sangre corriera libre por su brazo, rasgo una parte de su poncho y lo enrollo en su muñeca escondiendo la herida

_bruno.. estás aquí? _

Escuchó los gritos del padrino de Mirabel acercarse lentamente, pero ya no le preocupaba que sucedería o que trabajo le dejaría por hacer, mientras su "nuevo amigo" aquel trozo de vidrio, se mantuviera con el, sentía que podría hacer lo que quisiera y soportar lo que fuera.

Entre los escombros (MIRABRUNO) fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora