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Durante la mañana Mai desayuno sola, y al estar en aquel gran comedor repentinamente se sintió sumamente solitaria, así que le había pedido el mayordomo que la dejara comer en la cocina con los empleados durante el tiempo que el duque estaría fuera.
Bueno prácticamente le había rogado e hizo ojitos de cordero degollado para que aceptará su petición.
Despuesde tanto insistir él había accedido.
Esa mañana el mayordomo se había informado que la diseñadora que había solicitado la estaría visitando durante la tarde.
En toda la mañana Olivia tuvo que estar con el profesor Wilson en una aburrida clase de modales, le había estado enseñando cómo debía saludar a los nobles según su rángo, como ahora ella era la duquesa de la casa Imashu habían muy pocas personas que estuvieran por encima de ella.
Después de la comida dio un pequeño paseo por el jardín y regresó a la mansión para su cita con la diseñadora, ella le estaba esperando en una amplia sala con grandes ventanales donde la luz entraba a raudales.
Mai estaba nerviosa y emocionada, ya que sería la primera vez que compraría ropa nueva para ella, como su padre estaba en ruina el comprar ropa era un lujo que no se podían permitir.
Al abrir la puerta y entrar a la habitación Olivia se quedó con la boca abierta al ver todos los hermosos vestidos que estaban expuestos en la habitación.
Y se presente ante la diseñadora y su ayudante.
—Hola...Soy Mei.
Al verla entrar la diseñadora se había quedado muy sorprendida, pero rápidamente reacciono y ambas mujeres hicieron una reverencia y se presentaron.
—Es un honor conocerla. Soy la diseñadora Nakime Sutkishi.
—Yo soy su ayudante Hana.
—Les agradezco mucho sus esfuerzos por poder venir el día de hoy.
—No tiene nada que agradecer duquesa, para mi es un honor poder ofrecerle mis diseños.
—Siento ser grosera duquesa pero me dejaría tomar sus medidas por favor.
—Oh, claro.
Con una cinta la diseñadora empezó a tomar las medidas, las cuales apuntó en una pequeña libreta que llevaba con ella.
Olivia le dió una mirada a todos los vestidos que Nakime había traído y sin duda alguna eran algo con lo que antes solo había podido soñar Mai mientras Nakime empezó a explicar sus vestidos.
—Estos vestidos son la nueva tendencia durante la primavera, todos están bordados con hilo de oro y varios de diamantes especialmente procesados.
Todos los vestidos eran hermosos pero demasiado extravagantes para el gusto de Olivia.
—Realmemte son hermosos, pero este estilo no es de mi gusto.
Al escuchar sus palabras Nakime se había quedado muy sorprendida, así que le explicó la razón de porqué no le gustaban sus diseños.
—No me gusta usar prendas demasiadas extravagantes y tampoco me gustan esos grandes y hermosos volantes, las gemas excesivas en las ropas para mi es algo completamente inncesario, solo necesitas decorarla en algunos lugares.
—Ah! Fui negligente y no investigué lo suficiente por favor perdóneme.
—No pasa nada, es mi preferencia personal.
—Entonces pueda que los diseños en los que estoy trabajando sean de su agrado.
