Me quedé inmóvil, observando velozmente hacia todas direcciones, el corazón me latía con tal fuerza que incluso era doloroso el respirar con normalidad, sentía la garganta muy seca y me escocía la piel, por una razón inconsciente me observé el antebrazo y tenía una marca de aguja bastante notoria, me preocupé en sobremanera y pensé para mí: ¿Qué me inyectaron?
Me levanté y las extremidades respondían con torpeza, comenzó a sangrarme la nariz y los oídos, esto era realmente grave, con las pocas fuerzas que me quedaban golpeaba la puerta esperando respuesta del otro lado, pero no recibía nada a cambio. Cuando empecé a tener dificultades para respirar, sólo pensé que había llegado mi hora y en mi mente le tendía los brazos a la muerte.
Sentí el ruido metálico que emite una compuerta al abrirse, no podía moverme, lo único que lograba percibir eran los ruidos y voces a mi alrededor, dándome el consuelo automático de que no había muerto.
Podía distinguir las voces de cuatro personas, que decían lo siguiente:
Persona 1: ¡Dijiste que el veneno la mataría!
Persona 2: La mierda debió haber hecho efecto...esta niña no es humana.
Persona 3: ¡Edwards, eres un puto imbécil! ¡El departamento de protección de los derechos alienígenas podría clausurar este lugar!
Persona 2: ¿Quién carajo los llamaría? Nadie sabe de nuestro paradero.
Persona 4: Ella sí, yo no me fiaría.
Persona 1: Entonces...¿Qué hacemos con la niña?
Persona 3: Lo mejor sería lanzarla al río, hay que deshacernos de ella, eso nos ordenó Johanna.
Persona 4: ¿Le harás caso a esa arpía? Te creía más inteligente Frank.
Persona 1: Frank tiene razón, si hacemos lo que nos ordena, podremos subir de rango, no importa la manera en la que hayamos logrado llegar hasta ahí. Además estoy disfrutando bastante el poder matar unos cuántos, no siento culpa alguna.
Persona 4: ¿No estarás hablando en serio Reggie? Saben qué, yo me largo.
De repente, una alarma se activó, seguida de otras más simultáneamente.
Persona 4: Ella de seguro dio aviso, les dije que nos delataría, pero nadie escucha a Landon. Si salen vivos de aquí, búsquenme, iré a la base secreta en Suiza.
Dejo de oírlos, al parecer todos se fueron, de paso las alarmas dejaron de sonar.
Había pasado un cuarto espacio de tiempo cuando sentí pasos, cada vez más cerca de dónde me hallaba. Alguien me sostuvo la cabeza y me tomó de los hombros, acercándome hacia sí para saber si respiraba, luego me tomó lentamente en brazos.
¡Debemos apresurarnos Johnny, no creo que esta farsa de la alarma nos dure demasiado!
Caleb, ¿Cómo vamos a llegar a Texas, Nevada?
Nevada, Nevada, Nevada, pensaba para mí misma, de repente sentí el cuerpo muy liviano, los chicos comenzaron a gritar, oí un par de aves a lo lejos, después sentí un vuelco en el abdomen y caímos de bruces al suelo.
¡Carajos! ¡Johnny estamos en el desierto en Texas, maldita sea! Se percibía en su voz la euforia.
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Kiomara
Ficção CientíficaEn medio de un mundo futurista, Kiomara vivirá un suceso traumático, que la alejará de su familia y le dará un giro inesperado a su vida. Al atravesar un montón de obstáculos y vivir mil aventuras, deberá enfrentar sus miedos cara a cara, luego de...