—Estas seguro que es aquí Kenchin.—
—Cállate Chibi, ya estamos aquí, entremos.—
Entramos en dicha tienda y lo primero que nos recibió fue la antigua música de los 90 sonando desde una pequeña bocina aparcada en una estantería alta, el dulce aroma a melocotones presente en el aire y tarareo de una suave voz que llenaba el aire.
Manoseando una hermosa motocicleta encontramos la espalda de un hombre, este cantaba sin temor a que un maleante entrara dentro de dicho local y le pusiera un arma en la nuca, el tintineo de la campanas hizo que se diera cuenta de nuestra presencia, poniéndose de pie mientras se limpiaba la manos con un trapo se dio la vuelta.
Nos dejo ver su hermoso rostro, rostro que hizo que no pusiéramos rígidos porque era el mismo hombre del del día del cementerio, el cual lloraba y decía las frases mas triste habidas y por haber.
Ahora de poniendo mas atención podías ver que era bajo, casi del tamaño del Chibi que tenia de novio, cabello negro y hermosos ojos azules, los cuales brillaban y tenían un pequeño destello de intriga por verlos, al parecer el parecía igual de interesado por su visita.
Ahora que lo pensaba y recordaba que Manjiro cargaba consigo siempre aquella billetera dentro de su bolsillo, era talvez un buen momento para devolverlas pensó el trenzado.
—Hola en que puedo ayudarlos.—pregunto el Omega dándoles la bienvenida.
El tiempo parecía haber quedado paralizado para los dos alfas dentro de ese pequeño local, a la vista era un hermoso omega, lindo, dulce y con una voz completamente bella, Manjiro ahora que podía ver mejor la cara del hombre miraba que era completamente hermoso.
Para Draken no era diferente era quizás el ser mas hermoso que sus ojos hallan visto, cabello negro, labios delgado y hermosos lunares entre su nariz pequeña que alumbraban su rostro.
—Hola, puedo ayudarlo en algo.—repitió nuevamente confundido.
El hermoso ser se había cercado lo suficiente como para que el olor llegara justo a la nariz de los alfas. perdidos y embriagados regresaron a la vida cuando la cálida mano del pequeño se poso en sus mejillas.
—Parecen tener fiebre, debería llamar a Hanma y pedir por medicamentos.—dijo ahora preocupado.
—No te preocupes es que eres muy hermoso.—dijeron los dos.
Dijo el alfa mas pequeño ganándose un zape del mas alto.
—Pues gracias, mi nombre es Takemichi Hanagaki y estoy a su servicio, en que puedo serles de ayuda.—
Hipnotizados completamente.
—Si, si, bueno venimos por mantenimiento, mi motocicleta y un cambio de llantas, puedes hacerlo.—dijo el alfa de ojos gatunos.
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────Querido Diario────
Fantasy✐✎✐✎✐✎Querido Diaro✐✎✐✎✐✎ Ayúdame a encontrar el calor para volver a sonreír, ayúdame a ser lo suficientemente fuerte como amarlos y poder ser feliz. Quiero ser felíz, quiero ser felíz Hina, asique ayúdame desde donde sea que estés. Ayúdame como sie...