The Stray (traducción a español)-historia original de Nezumi-of-the-Ruins

Parte 3 - La bondad del hombre

Lo admito, fue bastante estúpido. Si hubiera renunciado a la maldita manzana, no habría terminado con la mandíbula toda golpeada, un tobillo torcido y una migraña impresionante por el bulto en la parte posterior de mi cabeza. Sabía que era mucho más fuerte que yo con claramente más experiencia, pero yo era un idiota y decidí '¡Oye, puedo enfrentarme a él!'. Sí, claro, quizás en diez años .

Gruñendo suavemente, camino penosamente hasta la puerta del apartamento. Era apenas el amanecer y me pregunto si ese hombre amable está en casa. Probablemente esté dormido, pero yo necesitaba un lugar donde quedarme. No estás seguro en las calles cuando estás lastimado.

Me sorprendí cuando encontré al hombre en cuestión ya bastante despierto, escribiendo en su computadora portátil. ¿es de las personas que madrugan?

El hombre mira hacia arriba cuando entro, los ojos van desde mi cara golpeada hasta mi tobillo en cuestión de segundos. Simplemente ignoro la mirada y cojeo hasta la cocina donde me acuesto en el fresco azulejo que es agradable contra mi dolorida mandíbula y mi cabeza palpitante. Estoy demasiado relajado para abrir los ojos cuando escucho los pasos extremadamente silenciosos moverse por la casa y finalmente acercarse a mí.

"Oye, Stray." Me golpean ligeramente en la mejilla, "Stray, siéntate un momento". Gruñendo levemente, hago lo que me dicen, sin siquiera molestarme en abrir los ojos.

Mis ojos se abren de golpe cuando algo fresco se mancha en mi mejilla izquierda. Me encuentro con el hombre mirándome fijamente mientras está de rodillas junto a mí, un frasco de algo en una mano y una sustancia blanca en la otra.

"Quitará un poco del dolor", dice el amable hombre.

"Hn", suspiré, dejando que mis ojos se cerraran de nuevo mientras él continuaba aplicándome la crema que pronto comienza a hacer efecto y alivia el dolor un poco.

No lo detengo cuando me sube la pierna del pantalón y me quita el zapato para que pueda envolverme el tobillo derecho. Una vez hecho esto, es amable al volver a poner mi pie en el suelo antes de alejarse. Hay un breve recorrido en el grifo y los pasos regresan.

"Stray."

Abro mis ojos. El amable hombre ofrece un vaso de agua y una pastilla de color arcilla.

"Ibuprofeno."

Parpadeo y balbuceo, "¿que es?"

"Ayuda con el dolor. Hará maravillas con tu dolor de cabeza".

Asintiendo aturdido, excepto la pastilla y el vaso. Esta es la parte de la que me doy cuenta de que nunca antes me había tragado una pastilla. "¿Qué debo hacer?"

"Ponte la pastilla en la boca y bebe un poco de agua, no trates de masticar. Las pastillas quitan los despojos y solo lo escupirás", me explica el amable hombre con pacientes asombrosos. "Trate de tomar la pastilla con el agua".

El primer intento fue. . . malo. Me atraganté con la pastilla y terminé de escupirla en el piso de la cocina mientras el amable hombre me golpeaba en la espalda mientras yo tosía hasta un pulmón.

Cuando terminé de toser, el amable hombre sacó otra pastilla del recipiente de plástico y me la ofreció para otro intento.

"Eh, yo-yo no quiero desperdiciar tus pastillas, solo puedo..." Fui a buscar la pastilla que había escupido sobre las baldosas. Me empuja hacia atrás con una mano en mi hombro.

"No es un desperdicio. Tampoco permitiré que comas algo que ha estado en el piso", dice el amable hombre con voz más severa y le tiende la nueva pastilla de nuevo. "Inténtalo otra vez."