Micro cuentos

Un dia de playa.

La espuma del mar me causaba tranquilidad, relajacion. No tenia ningun tipo de problema el cual pensar , pero aun asi sentia una enorme libertad. Estaba sentada encima de unas rocas,al borde de un pequeño acantilado. Las olas del mar rompian contra las rocas las cuales yo estaba sentada contenplando la inmensa mar mientras el calido sol, sin penetrar fuertemente sobre mi piel, se acomodaba en mi cara y la suave brisa me deslizaba suavemente el pelo, marcando asi las ligeras mechas doradas de mi cabello ondulado. Estaba tranquila , sin prisa alguna. Sera la unica vez que pueda estar tranquila contemplando la espuma del mar sobre las rocas mirando como los niños juegan con el cubito y las palas en la arena , haciendo inmensos castillos e imaginando millones de historias con dragones, grandes guerreros y princesas a las cuales liberar de las torres. Señoras mayores tomando el sol en las amacas y personas de mediana edad ojeando una revista o leyendo un libro , mientras que al igual que las personas mayores tomaban tranquilamemte el sol en las acolchadas amacas. Mientras tanto los chicos que querian ganarse un poco de dinero para sus caprichos , iban vendiendo bebidas refrescantes y bolsas con patatas fritas para matar el hambre mientras estaban alli. Los maridos mientras tanto estaban en los chiringuitos de la playa tomando unas cervezas fresquitas, ojeaban de pasada que a los niños no les pasara nada mientras se reian y comentaban el partido de futbol que habia en la television del bar. A pesar de todo la playa estaba tranquilan, sin extremo alboroto. Ante esa inmensa tranquilidad decidí arrojar una piedra plana y redonda que tenia en la mano dando vueltas, cogí con la mano derecha el bolso y con la mano izquierda las deportivas. Me levante y me fui con mis pensamientos a otro sitio. Para dejar completamente tranquila aquella inmensa playa con sus olas y sus gentes que estaban alli disfrutando unas de otras.