Oportunidad

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—No entendí lo que quisiste decir. ¿Podrías explicarte mejor? — sonrió ladeado.

—No voy a repetir lo que ya dije y tu entendiste.

—Repíteme lo que acabas de decir. Solo una vez más.

—Sebastián... — no encontré donde meter la cabeza, y menos cuando me tiene sin escapatoria.

—Te ves tan linda haciéndote la tímida — su risilla me puso el doble de nerviosa.

¿En qué estaba pensando cuando le dije eso? Sí seré bruta, maldita sea.

—No me hago la tímida — resoplé—. Eres como un amigo para mí, además de ser el padre de mis hijos. Desde luego que me interesa tu bienestar.

—¿Cómo un amigo? Pensé que significaba más para ti — envolvió la mano alrededor de mi cuello y me acercó a su rostro, quedando nuestros labios a solo centímetros de rozarse—. ¿Tienes algo más que confesar, mi bella dama? —relamió sus labios, humedeciendo los míos en el proceso.

—Que tienes algo que me vuelve loca — el poder de besarlo se hizo cada vez más fuerte, más cuando está tan cerca de mí—. Que me encanta tener sexo contigo, pero también me encanta pasar el tiempo fuera de la cama. Me gustas mucho, Sebastián. Estoy sintiendo más que deseo y placer por ti. Haces que mi corazón sufra de taquicardia con cada una de tus miradas o tus sonrisas. Créeme que he intentado alejarme de ti; negar que lo nuestro es solo una conexión carnal y nada más; que no existen los sentimientos en medio de un apasionado encuentro; que son solo fantasías sexuales y no sentimentales. Pero no puedo y tampoco estoy dispuesta a alejarme de ti. Alguien un día me dijo que intentara luchar por lo que me hace feliz. Aparte de mis hijos, tú haces que cada día sea mejor, aunque trate de esconderlo y lo guarde en lo más profundo de mí. Sebastián, siento aquí adentro que te quiero. He conocido a un hombre maravilloso, no solo como padre, sino como amante, amigo y persona. Eres...

—No sigas, Jade — pidió.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Porque no quiero darme cuenta después que solo es un sueño — presionó los ojos con fuerza—. Hace mucho que vivo ilusionado, fantaseando con el momento de tenerte entre mis brazos y escucharte susurrar todos los sentimientos que guardas para ese alguien especial. Darme cuenta que no soy yo, quema muy lentamente. Me conformo con tener tu piel, así sea solo por una madrugada. 

El nudo que se formó en mi garganta fue quemando mi pecho, mi corazón hasta llegar a mi estómago y despertar una amargura que corrió por todo mi cuerpo. Acabo de confesarle, por primera vez a un hombre todo lo que me hace sentir, como para que me salga con esa respuesta.

—Quiero que me quieras y tal vez llegues a quererme porque así lo sientes, no porque mi tío te dijera que me dieras una oportunidad — presionó nuestros labios; fríamente un escalofrió me recorrió la piel con ese beso tan seco—. No quiero ilusionarme más de lo que ya me encuentro y luego no ser correspondido de vuelta. Cuando entrego el corazón, lo entrego con todas las ganas y fuerzas que habitan en mi interior, pero contigo siento que pierdo toda la valentía para seguir luchando. Eres casi impenetrable. Dime una cosa, ¿sientes de verdad que me quieres o todo es por lo que te pidió Ignacio?

—Yo te quiero, Sebastián. Si lo que quieres escuchar es que me enamoré de ti en solo unos cuantos meses que llevamos conociéndonos; sí, así lo hice. Me enamoré del salvajismo y la pasión con la que te entregas a mí cada noche, me enamoré del fantástico hombre que alimenta una amistad, una conexión y una esperanza con sus tiernas palabras cada que tiene oportunidad de decirlas y, por si fuese poco, me enamoré del estupendo padre que eres, aunque no hace mucho compartas tiempo con tus hijos. Eres el hombre que toda mujer desea tener solo para sí en la vida — tomé su rostro entre mis manos e hicimos esa fuerte y única conexión de miradas—. ¿Estarías dispuesto a darme una sola oportunidad en esta vida tan inestablemente precoz? Puedo jurarte por mis hijos que mis sentimientos hacia ti son verdaderos. Sebas, tú mismo dijiste que el destino nos había reencontrado por alguna razón en específica, no solo porque entre tú y yo haya dos peronistas que nos unen para siempre. Nuestros hijos merecen que sus padres se den una oportunidad de conocerse, quererse hasta amarse y de estar juntos, ¿no lo crees? Mira que estoy bajando todas mis murallas solo para que entres a mi vida y permanezcas en ella hasta que el mismo destino nos vuelva a separar...

Su beso silenció cada una de mis palabras, profundizando cada uno de los latidos de mi corazón en el suyo y transformándolos en uno solo. Me besó despacio, acariciando mi rostro a su vez. su beso me llevó al mismísimo cielo, provocando un revuelo de cosquillas en mi estómago. 

—Me conformo con que me entregues una noche; solo una para que llegues a quererme como yo lo hago — fue besándome con mucha más fuerza con cada susurro que escapó de sus labios—. ¿Me cumplirías una fantasía más esta noche, nena?

—Todas las que quieras — respondí bajo el dulce hechizo de sus labios y sus caricias. 

Noches De Fantasía[En Físico][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora