🌸🐮MooLian🐮🌸

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Los brazaletes cambia-forma son sin duda alguna, una de las cosas más curiosas que hay en Ciudad Fantasma. Durante mucho tiempo, en su tierna etapa de novios, Xie Lian se mudó con Hua Cheng a su Mansión Paraiso y se maravilló con todo lo que podía ofrecer la metrópolis comercial más ruin e infame de los Tres Reinos.

Estos eran objetos de aprendizaje, totalmente benignos. Servían para ayudar a los fantasmas a aprender a convertirse en animales.

Que un demonio pudiese adoptar una apariencia humana era una proeza increíble, se necesitaba un flujo continuo y altísimo de energía espiritual. Generalmente aquellos que lo lograban, solo tenían una forma escueta y fea. La cara como máscaras, el pelo un enjambre pajizo, los ojos volteados y torcidos.

Pero convertirse en un animal, requería un nivel de exigencia diferente, mucho más avanzado.

Hua Cheng, su esposo, era experto en cambiar pieles. Al igual como la gente común viste blanco un día, y negro de noche, Hua Cheng adoptaba nuevas formas con igual de facilidad. Toda dependencia de su humor, de lo que haría ese día.

Si deseaba enamorarlo y seducirlo con galantería, adoptaría la forma de un joven mozo de veintitantos años, alto y elegante; vestido de negro y rojo. Le esperaría apoyado contra una pared y le tomaría de la mano y lo llevaría a salir a algún lugar donde ningún dios se atrevería a ir.

Si buscaba manipularlo y librarse de un castigo- romper por quinta vez el pincel, torturar demasiado a Yin Yu o envenenar con laxantes el agua del Reino Celestial-, Lluvia Carmesí no tendría reparos en presentársele con la forma de un pequeño de doce o quince años. Le haría un ligero puchero, agitaría sus largas pestañas y susurraría un lamentable Gege, no me guarde rencor, solo me divertía.

Y si simplemente deseaba hacer que Xie Lian descubriera nuevas formas de gritar en la cama y que aprendiera a hablar al revés, Hua Chen se podría convertir en un ser alto y fuerte, fibroso y duro por todos lados, con garras y colmillos más pronunciados.

...Incluso, muy pocas veces, solo cuando ambos amantes inmortales se dejaban ir en el frenesí lujurioso, Hua Cheng podría incorporar un par de centímetros adicionales, de largo y ancho, a cierta parte de su cuerpo. Esto lo haría de sorpresa, sin avisar y Xie Lian se atragantaría mordiendo la almohada mientras gritaba por piedad.

Solo por piedad y nunca detenerse.

Xie Lian adoraba eso de él y ya se había acostumbrado a ello. A veces se acostaba abrazando el grande y macizo cuerpo de Lluvia de Sangre para luego despertar teniendo entre brazos al agradable San Lang, con su cuerpo delgado y juvenil.

Fuera lo que fuera, Hua Cheng le gustaba sorprenderle. Y Xie Lian se preguntó, ¿Por qué no sorprender a su amado un día de estos?

El punto es que, los brazaletes cambia-formas eran instrumentos que enseñaban a los fantasmas a como convertirse en animales. Al colocárselo, ayudaba a liberar energía espiritual suficiente para elaborar la transformación y permitía aparecer en el cuerpo, pequeñas características del animal a tratar.

Si uno quisiese convertirse en un conejo, por ejemplo. El brazalete haría que orejas de conejo aparecieran en la cabeza del portador. Una cola felpuda, quizás algunos bigotes. Estas características no eran más que pequeños puntos de partida. El fantasma luego debía seguir el patrón y terminar la transformación.

Los súbditos de Hua Cheng siempre acostumbraban a regalarles cosas a él, el Gran Tío. Un día de invierno cuando volvieron a Ciudad Fantasma, Xie Lian recibió una bolsa de brazaletes cambia-formas.

Palabras más, palabras menos, él punto es que Xie Lian para entretener a su novio, se probo todos los brazaletes y se convirtió en un millón de cosas adorables.

Mu Muu Hace el Principe Heredero 🐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora