Las Sombras De Charlie

Capítulo 16

Debemos volver a la compañía. En el fondo no quiero. Sé que Anastasia espera a Charlie. Que lo va a esperar con los brazos abiertos. Y yo, yo voy a tener que verlos. Aún no tengo claro mis sentmientos. Solo sé que ver a Charlie, cambia mi mundo. Que estar ahora mismo a su lado en este coche, me hace sentir privilegiada. Desearía que estuvieramos en otras situaciones. Desearía no sentirme niña para él. Que me viera como una mujer.  Pero no, soy Lauren Bennett, tengo 17 años recién cumplidos y casi no sé nada de la vida. Tal vez yo sea el libro en blanco de Charlie. Me pregunto si él pensará en mi tantas veces como yo le pienso. Pero que digo?. Ni siquiera sé si le caigo bien... Aunque es evidente si no, no estaría aquí. No?. No quiero ilusionarme, tampoco sé que son las ilusiones de amor. Las únicas ilusiones que he tenido han sido mis excelentes. Mis notas impolutas. La perfecta e imperfecta Lauren. Tal vez la invisible, la vista por pocos. Soy solo a la que quieren todos por mis notas excelentes. Soy solo "la lista" de la clase. A la que todos quieren cuando necesitan algo y a la que nadie quiere cuando debemos hacer trabajos en grupo. Solo tengo a Ann. Pese decir que hace tiempo no la veo. Tengo muchas noticias para darle. La primera es que yo, estoy al lado de el multimillonario Charlie White. Que me dijo que "No puedo estar lejos de ti". Parece todo como una novela. Como Crepúsculo. Salvo que yo no me paresco en nada a Bella y no creo que Charlie sea un vampiro. O tal vez si?. Quizás por eso sea un gruñón.¿ Pero en que estas pensando Lauren?. Lo sé, lo sé. Tengo muchas teorías sobre Charlie. La primera es la de Abby. Aquella niña... Me perturba el solo pensar en ella. Mi piel se eriza y me da una especie de electricidad.

- En qué piensas?- pregunta Charlie, sacándome de mis pensamientos.

Qué en qué pienso? EN TI. Como siempre. EN TI.

- En que hace mal día...- miento. Me río en mis adentros. " En que hace mal día..." Que estúpida.

- Ponias caras raras, así que no creo que pienses en el tiempo.- replica.

Vaya, porqué siempre me pilla?. Casi siempre sabe en qué pienso o algo parecido.

- Si no me estabas mirando- pongo los ojos en blanco. 

- Te miraba por el rabillo de el ojo, niña.- contesta.  Pone su fría mano sobre mi pierna y aprieta los dedos.

- Como sabes qué no pensaba en el tiempo?- Es estúpido. Pero quiero escuchar su respuesta.

- Ya te he dicho, que eres como un libro abierto para mi. Eres tan transparente, que puedo llegar a ver en qué piensas.- responde. Se ríe con superioridad al terminar la frase.

Yo no quiero ser un libro abierto. Diablos. En estos momentos la inocencia es mala.

- Maldita sea...- musito. Vaya mierda. 

- Eres tan fácil de leer - dice. Me coje la barbilla nuevamente con sus dulces dedos.

Aparto mi cara. Esto parece un juego.

- Tú en cambio no...- murmuro entre dientes.  Giro mi cara hacía la ventanilla de el coche. No quiero ver su detestable y hermosa cara.

- He estado entre tantas sombras, Lauren. Que mi mirada transparente se oscureció. Y el calor de mi cuerpo se desvaneció.- dice con una voz tan suave. Eso que ha dicho me ha tocado el alma. Yo me quedo callada. Quiero escucharle.

- Es lo que pasa cuando las sombras te atrapan. No recibes luz. No recibes calor...- Hace una pausa y continua.- No hay nada más que frío. 

Es todo muy metafórico, es decir, las sombras no lo han atrapado. Porqué es imposible, pero representan todo su pasado. Cada sombra, es un pasado que arrastra. Cada sombra, es lo malo que le persigue. Y es verdad, Charlie nunca tiene una temperatura normal. Siempre está frío. Está congelado como su corazón. De hay viene su mirada inexpresiva. Su firmeza. Su tensión. Pero a la vez expulsa un calor muy intenso. No sé como explicarlo. Si lo tocas es frío pero si estas a su lado te inunda un calor, un fuego. Como yo decía Charlie White es todo un enigma. Y yo? Soy un libro abierto, mirame y sabrás todo de mi. No hay nada oculto.A veces me siento tan insignificante...