La Mariposa Cósmica

Capítulo 135: ¿Aliado?

Pov 3ª Persona

En el campo de batalla los cazadores parecían ser salvados por una nueva esperanza: la llegada de Yumi, la general demonio única viva, la cual se había encargado de asesinar algunas de las bandas de demonios con su gran martillo gigantesco. Todos los guerreros se mantenían más aliviados con su presencia, y debido a su distinguencia como ser demoníaco muchos de los enemigos se encontraban confusos y con muchas preguntas: ¿como podía ser ella una aliada de Izanagi si sufrió a causa de él?

--Una oleada de demonios...supongo que no son los mismos que los generales o comandantes demonios...ya veo, son demonios del infierno de Izanami, diferente genética pero pueden morir de la misma forma. Muy bien, veamos que tanto pueden resistir seres inferiores como ellos, patéticas escorias. Técnica de sangre: Jardín de Escarcha.--Añadió la albina apuntando a soltar una fuerte pisada, en el que del suelo se formaban hojas y flores dispuestos a eliminar a sus enemigos, que gracias a su enorme crecimiento de poder acabó por traspasar muchos de los cuerpos de una manera estrepitosa y sanguinaria, sin ni siquiera temer mostrando una sonrisa malvada.

--¡Cuidado chicos, no os dejéis lastimar! Somos fuertes, somos valientes, somos guerreros de la diosa Izanami y somos mejores que una general demonio.--Recalcó uno de los capitanes de las divisiones formadas por los atacantes, pero lo que nadie esperó fue ser devorado por una planta carnívora creciente desde el suelo. Otros demonios también fueron aniquilados apareciendo troncos desde el suelo y creciendo a un considerable tamaño, por lo menos había 20 de ellos sin ningún problema, dejando atemorizados a los presentes sin creer el poder de la general.

--No creáis que desde la guerra de Muzanjiro no me estaría fortaleciendo, ¿verdad? Desde ese día no he parado de entrenar y mejorar todas mis habilidades al máximo punto, también quise desarrollar nuevas y me he puesto superior en algunos de los semidioses más poderosos, capaz podría compararme a las Kocho sin ningún problema. Además, prometí que le haría pagar a quien me convirtió en esto que pagaría caro, y esa es...la diosa Izanami, la deidad de la muerte.--Señaló la general con molestia agarrando su martillo y golpeando el suelo activando su técnica de sangre "Brisa de la Furia del Bosque", en el que un huracán apareció de repente destrozando la tierra como lo que había alrededor sin dejar ningún rastro. La albina estaba confiada ya que muchos de ellos trataban de huir de su ataque, pero al final el gran torrente de aire decapitó tanto las cabezas como el desmembramiento de los cuerpos, sencillamente inspirador.

--Eso es...realmente impresionante...pero no debo de estar perdiendo el tiempo. ¡Cazadores, el poder del amor está con vosotros, ahora mismo tenemos una fuerza que nos apoya con su tremenda habilidad y es igualita a Kanao! ¡Vamos a hacerlo, luchemos aunque nuestra sangre complete este área!--Interrumpía Mitsuri con un grito de pasión que llenó de una motivación alentora a todos, donde la misma se impulsó sin temer a las consecuencias y saltando por el cielo procediendo a moverse en una danza aérea que era envuelta por su espada como una especie de atracción total del amor, y todo aquel que entraba en su área era cortado sin más, una lluvia de corazones. Asimismo los demonios caían uno tras otro, en el que el cuerpo de la pelirrosa debido a su baile mostraba sus inmensas caderas y voluptuosos pechos que rebotaban y sonrojaban a muchos, pero tal era aquello que los propios semidioses junto a Yumi se lanzaban y combatían cuerpo a cuerpo usando armas y poderes divinos al mismo tiempo para reducir la defensa de los seres oscuros.

--Con razón eran tan fuertes, así que disponen de una general demonio entre ellos, es bastante interesante.--Respondía uno de los demonios soltando una potente patada en medio de los cazadores con una fuerza que barrió a diversos de ellos, aunque quedó gratamente sorprendido que fue bloqueado por la espada de Takeshi. En un momento iba a usar una de sus técnicas demoniacas, pero fue rodeado por dos aros de agua a cada lado, sin pensar que él mismo había llegado a una trampa, el conocido Rikak, uno de los capitanes que sobrevivieron en la guerra de Muzanjiro, y que ahora tenía la posibilidad de destacar, más no fue posible.