Las palabras de la mujer llenaron a los chicos de emoción. Fue el amor el que hizo que Eyra utilizara la magia negra por primera vez, ella quería ver a su hijo feliz y decidió ir por encima de la visión de sus ancestros.
La mujer miró a Christopher con una sonrisa en sus labios, anhelaba que el lobo pudiera comprender lo que le contó.
—Yo no fui condenada por ti, Christopher. Fuiste tú el que me dio esperanzas y me hizo saber que tendría a un hermoso hijo. Nunca estuvo en mis planes ser madre, lo admito, la situación se dio y amé a mi hijo como una loca, y luché por mantenerlo a salvo —Estaba muy a gusto con haber dicho la verdad de todo lo que había pasado. Sentía un peso fuera de su pecho.
El pelinegro de ojos grises sintió una mano en su espalda, era de August transmitiéndole tranquilidad.
—Todavía estoy procesando todo, mamá —Susurró el brujo.
—Lo sé, es demasiado para cualquiera. Amor, no sé qué es lo que el destino tiene deparado para ti, sin embargo, confía siempre en tu poder. La magia te va a guiar siempre —Lo aconsejó Eyra. Ella sabía perfectamente de lo que hablaba.
—Si despierto mi poder... ¿Cómo estudiaré la magia negra? —Preguntó, estaba interesado en el tema, aun cuando le asustaba.
—Utiliza los grimorios oscuros de la familia, los que te impedía tocar —Sugirió la mujer.
—Hablando de eso... Ya no existen. Fueron destruidos —El chico quería golpear su cabeza. Todo el conocimiento milenario de su linaje echado a la basura por culpa de los damnurians.
—¿Qué? ¿Qué ocurrió? —Cuestionó la castaña fantasma sorprendida.
—Cuando estábamos en Sotiría fuimos atacados por un grupo de damnurians. Explotaron el auto donde estaban todas mis cosas... Incluyendo los grimorios —Confesó apenado, ahora quería matarse.
—Fue mi culpa. Yo fui quien perdió sus cosas y por eso tuvimos que ir hasta esas ruinas a recuperarlas —Se culpó el lobo para que el menor no fuera reprendido.
—No. Habrías salido muchísimo antes y se hubiesen ido si yo te entregaba lo que necesitabas a tiempo. Yo los retrasé cuando los ataqué —Eyra soltó una carcajada cuando la vampira habló, todos intentaban tomar la culpa para que August no se viera afectado.
—No se preocupen, chicos. Escucha, amor; si en algún momento te ves orillado a utilizar magia oscura y luego quieres aprenderla, ve a Sotiría, donde perdiste tus cosas y usa este hechizo —La bruja le citó un conjuro de magia negra avanzada—. Con él podrás restaurar el objeto que perdiste, claro que aun cuando lo inventé, sólo me ha servido para restaurar libros o cosas de ese tamaño más o menos, nunca ha funcionado para cosas grandes.
—Creo que debo pensar muy bien en lo que haré... Hasta ahora, parece que todo lo relacionado con la guerra sobrenatural está congelado, puede que tenga tiempo de meditar la situación y tomar una decisión —De eso estaba seguro. No tenía que hacer nada estúpido—. Quizás me enfoque en buscar una forma de romper la maldición antes de utilizar la magia oscura, no lo sé; si el destino quiere que acabe con esa guerra no podré hacerlo con mi poder guardado por tener que ocultarlo de las brujas.
—Confío fielmente en que todas las cosas que hagas las vas a lograr —Dijo la castaña y después se quedó en silencio unos momentos—. Tengo algo más que contarte, August. Necesito que tomen asiento.
Caminaron hasta el césped y se sentaron ahí. La mujer hizo lo mismo, no porque lo necesitara, si no para que no tuvieran que mirar hacia arriba para fijarse en ella.
—Tengo que hablarte sobre Aaron.
—¿Por qué tendrías que hacerlo? Nos dejó hace mucho... —No estaba muy convencido de volver a hablar sobre él. Ni siquiera tenía ganas de conocerlo.
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August: Heredero © |Libro 1|
Novela JuvenilEl uso de la magia negra en el mundo sobrenatural es restringido, y todo aquel que crea poder manejar su poder, caerá bajo sus garras; los lobos, las brujas y los vampiros lo saben muy bien. August no sabe por qué es tan especial, ni mucho menos, l...