Capítulo Diecinueve.

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Les presento un poco de nuestro Robert! Que opinan? Leo sus comentarios! Si tienen preguntas sobre la novela déjeme saberlo en los comentarios y las estaré respondiendo! Ahora si, disfruten!

Realmente lo hizo el muy...

Robert la había dejado en la pastelería sin decir nada después de la discusión de la mañana, pero debió haberse imaginado que algo tramaba. Se había ido para volver a la hora con su computadora y unas carpetas, desde entonces había estado sentado en la mesa trabajando y solo chequeándola cada cierto tiempo.

Claramente Greg lo había notado:

—¿Debo saber algo, jefa?

—No Greg, simplemente ese hombre no parece usar su sentido de la razón.

—Eso no le quita lo sexy. —Tuvo que darle la razón, el hombre sabía llevar un traje. Pero eso no le quitaba lo idiota.

Aunque muy en el fondo apreciaba su preocupación.

Esta mañana Josh la había llamado para pedirle que pasara por la estación a firmar unos papeles, allí le confirmo que ya el caso estaba bajo investigación y Robert le dijo que Nathan estaba trabajando en las fotos.

Agradecía todo lo que estaban haciendo por ella. De corazón. Pero esto era extremo.

—Robert.-se acercó a su mesa con un trozo de pastel. —Tengo una bandera blanca. Es pastel de chocolate.

— Mmhm me encanta.

—Dime... ¿no te parece exagerado trasladar tu oficina aquí?

—No, estas en peligro. No sabemos quién es este hombre y te niegas a no venir. Soy perfectamente capaz de hacer las cosas desde aquí. —sus labios se torcieron. —me diste la solución perfecta.

—Cuando lo sugerí no creí que realmente lo hicieras.

—Pero lo hice.

—Pero lo hiciste. —lo observó unos segundos mientras comía su pastel. —¿Realmente crees que se acerque tanto?

—No lo sé, hermosa. Pero mientras no tenga respuesta hare todo lo que está a mi alcance para protégete.

—Bien, gracias. —estaba a punto de pararse cuando dijo:

—Hablando de eso... —tenía una mirada culpable. —Me gustaría que vinieras a mi casa.

—Quedamos en que iría para la barbacoa, ¿no?

—Sí, sí. Me refería a que te quedaras a partir de hoy. —tomo sus manos sobre la mesa. —Para mi salud mental y porque sé que no te sientes cómoda estando sola.

—De acuerdo.

—Sé que puedes sentir que te presiono, pero no quiero que te pase nada y AK esta conmigo, el también te protegerá.

—Robert, dije que sí. —.lo silencio apoyando su dedo en sus labios. —Hare una maleta e ire a tu casa..

—¿Así? ¿Sin más? —Estaba atónito.

—Si, tienes razón no me siento segura en mi casa y contigo sí. Pero...—alargando la última silaba se inclinó hasta dejar un beso. —tendrás que traerme todos los días.

—Creo que puedo vivir con eso. —con gusto, Robert se inclinó hacia ella uniendo sus labios en un casto beso. —Voy a tenerte para mí todas las noches.

— Mmhm, ¿Qué vas hacer con eso?

—Oh muñeca, no te imaginas. —Se sentó un rato más con Robert, mientras la tienda estaba vacía y Greg podía ingeniárselas por si solo. Estaba tomando un café cuando entraron por la puerta Elizabeth, Sam y para su sorpresa Adam.

La amenaza más dulce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora