Premonición mortal

Prólogo

En un dia soleado y deslumbrante un anciano hiba caminando tranquilamente en una mañana acompañado de dos niños idénticos.
La atención de uno se vio afectada al ver una catarina la cual termino de llamar la atención del otro, se acercaron rápidamente a mirarla, uno se aventuró acercado la mano y el insecto no tardo en subirse, los niños trataron a la catarina con mucha sutileza admirando la belleza que desprendía, uno de los niños logró que la catarina se quedará quieta en su mano por lo cual rapidamente ambos siguieron su camino con emoción, pero con el cuidado de que el insecto no se alterará.

-¡Es peligroso corretear por aqui, chicos!- Replicó rapidamente el anciano al ver que los niños aceleraran el paso.

Estos se detuvieron en seco para contestar.

-¡Venga abuelo, deprisa!

-Abuelo, ¡Vas muy lento!

Los dos volvieron a adelantarse riendo.
El anciano sólo pudo hacer lo mismo al ver jugar así a sus nietos, pero este les perdió el paso ya que no logró alcanzarlos y esto lo incitó a que debía de encontrarlos rápido ya que podían perderse en el bosque.
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El lugar simplemente era surrealista.

Los niños terminaron observando sin expresión algo hermoso y aterrador.
Un árbol tan deformado y seco, pero perfecto para una imagen. Un bello pájaro posando en la mano de un bella mujer atada con espinas al árbol. Al igual que el lugar su rostro era surrealista con una paz inimaginable.
Solo dieron un paso adelante como si los llamarán. Pero su torso estaba dividido de forma tan perfecta que parecía solo una especie de estatua cuál Jesucristo en la cruz, el tiempo se detuvo, mientras los gemelos no podían mover ni un dedo.

El anciano llegó cansado hacia los niños, pero al alzar la mirada, sus ojos se abrieron como platós, cuando vio a la hermosa mujer.

-Oh, Anna...

Una serpiente albina subía por el cuerpo de la mujer lentamente, todos paralizados solo vieron como continuaba su camino hasta la cima del árbol.
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Después de unas horas el anciano estaba junto dos personas con aspecto policíaco observando perplejos la escena.
El hombre no apartaba la mirada.
Mientras la mujer no pudo soportar la imagen, volteando la cara y suspirando.
El anciano solo volteo a ver a sus queridos nietos que estaban jugando presumiblemente con la misma catarina de antes, pero está vez el insecto salió volando sobresaltado a los niños, perdiéndose de vista en el infinito bosque.
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Una mujer en su casa no paraba de llorar y gritar con la imagen de Anna en su mano.
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Otra mujer miraba con una tristeza inhumana un péndulo que ella misma sostenía, sollozando con la esperanza de olvidar algo.
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Otra se encontraba en un lugar refinado, observando a un árbol idéntico al de la tragedia, colocado en el centro de una sala.
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Un hombre lloraba amargamente, mientras una mujer lo miraba con extrañeza, simplemente no sabía cómo reaccionar ante esa noticia en una taberna.

Continuará...