La vida en Inazuma se convirtió en un capitulo sombrío para todos aquellos portadores de visiones, hasta que un viajero proveniente de las estrellas llegó, tras salvar nuestras ambiciones y devolvernos nuestras visiones, este restauró la paz en la nación e indirectamente con eso la tranquilidad en la comisión Yashiro.
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Durante todos estos años trabajando para los Kamisato y con la intención de alivianar el peso sobre los hombros de los lideres, aprendí que con una sonrisa, modales y buena voluntad se pueden conseguir maravillas, tenía una amplia red de contactos desde el hermético Rito hasta la tormentosa Seirai, sin embargo ni con toda Inazuma de mi lado logré hacer que el líder Ayato se quedara más de una semana dentro de la hacienda, solo y con la llegada del un extraño viajero y la anulación del decreto de captura de visiones Ayato volvió, y esta vez para quedarse.
Mirarlo pasear por los pasillos mientras sacudía las telarañas de las bigas era una bendición, me hacia aguantar el aire pensando que si mi respiración llegara a perturbar el aire él desaparecería, sus cabellos con el tiempo se volvieron más largos, su piel carecía de color por la fatiga producida por tanto trabajo y sus ojos se habían endurecido un poco probablemente por todo ese conjunto de experiencias que vivió desde la muerte de sus padres y sin embargo podría afirmar con seguridad que no había hombre más hermoso que él. Ya había notado estos sentimientos, no soy tan tonto como para no notar que estoy perdidamente enamorado de Kamisato Ayato, líder de su clan y la comisión Yashiro, sin embargo su posición no me supone problema para seguir amándolo, sino su completa indiferencia, jamas, en los doce años que llevo trabajando aquí, me ha dirigido siquiera la mirada mientras que yo me deshago mirándolo ¿Será que con su retorno definitivo podré hablar con él?
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Me tomó un poco de mi encanto y una promesa de deberle un favor pero por fin lo logré, de aquí en más tendré las oportunidad perfecta de hablarle todos los días, logré hablar con el encargado de personal de la mansión y de aquí en adelante tendré que ir a servirle el té por la tarde a diario ¿Existe acaso una oportunidad más perfecta? Incluso en el peor de los casos podría verle de cerca una vez al día.
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La hora del té había llegado y me sentía nervioso ¿Cómo pude olvidar que me invade la torpeza cuando estoy cerca del él? ¿Qué pasa y lo hago tan mal que de inmediato pide que otro sirviente le sirva? ya no había vuelta atrás y me encontraba frente su puerta, anuncie mi presencia y espere a que me permitiera pasar.
-Pase - su voz se sintió como un remolino y este se alojó en mi estomago, las reconocibles mariposas revoloteaban en mi interior pero tuve que dejarlas de lado y deslicé la puerta para entrar. Estaba en su escritorio rodeado de libros y pergaminos que parecían ser de cuentas, traté de dirigir mi atención en cualquier otra cosa para al menos llegar con algo de dignidad a su lado pero fracase enormemente en el intento cuando me miró, por fin, después de tanto tiempo buscando sus ojos en los pasillos me esta mirando, siento el rostro rojo y no puedo más que sentir vergüenza de solo pensar en que me está viendo en este estado, por un momento creo verlo sorprendido pero luego creo ver algo incluso más imposible, él me sonríe invitándome a su lado para que le sirva el té, en todos mis años jamas lo había visto sonreír a nadie y justo ahora me esta sonriendo a mi. Me arrodille a su lado para empezar a servir el té, estaba concentrado al cien por cien para no derramar nada, lo juro que lo intente pero el tacto frio de sus dedos corriendo algunos de los mechones que me caían en la cara me hicieron perder completamente el balance, incluso viendo como el agua mojaba todos los papeles y las hojas de té se esparcían por el suelo me quedé inmóvil, Ayato seguía acariciando el mechón de pelo que había tomado y me miraba con una sonrisa de lo más complacida, como si hacerme derramar el té fuera todo su propósito y lo había conseguido ¿Cómo puede ser legal que alguien te mire con esos ojos? su mirada era calmada pero en conjunto con su sonrisa parecía divertido -Pero mira que desastroso eres, Thoma, hora no puedo ni manipular los papeles porque la tinta podría correse, solo me queda esperar a que se sequen, ahora... ¿Qué debería hacer con todo ese tiempo?- ¿Qué se supone que se responde a eso?
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"Vaporización" (Thoma x Ayato - fanfic) GENSHIN IMPACT
FanfictionNo era un príncipe pero tampoco era algo muy distinto, era mucho más joven y mucho más impresionable la vez que lo conocí pero se sigue sintiendo igual. Su pelo largo y brillante, blanco como las perlas de la isla Watatsumi, flotando por el aire con...