Sempiterno(1) {terminada} PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO

18.

TW: Antes de que empecéis a leer. Este es un capítulo duro. Puede herir la sensibilidad de algún lector. Contiene temas como: el uso de alcohol, drogas y agresiones sexuales. A pesar de eso, es un capítulo muy especial y muy importante para mi como mujer. Para evitar confusiones, NO es autobiográfico, no he experimentado lo que el capítulo relata. Ahora si, espero que os guste y que lo disfrutéis. Y perdonadme por las horas. 

FRANCCESCA

Los brazos de Ryan envuelven mi cuerpo y me relajo sobre su pecho. Nunca antes en mi vida había llegado a sentir esta paz.

No sé ni cuándo ni cómo pasó. Ryan siempre había sido mi amigo adicto a hacer el gilipollas y poner su vida en riesgo cada dos por tres. Logan y él fueron como hermanos para mí, pero supongo que eso debió de cambiar. Aquella noche, aquella jodida noche me di cuenta de muchas cosas. La primera, que me había comportado como una niñata malcriada, y la segunda, que estaba coladita de Ryan desde hacía mucho tiempo.

Me daba miedo, pánico, terror confesarle lo que estaba sintiendo. El siempre se mantenía al margen, nunca se ponía celoso de todos los chicos con los que estaba. Siempre miraba para otro lado. Solo se dedicaba a seguir vacilándome como cuando éramos pequeños. Trataba de llamar su atención pero él siempre se fijaba en Marta, una amiga con la que surfeamos a veces. Siempre le hacía bromas y tonteaba con ella. Era idiota. Pero me gustaba ese idiota.

Sin embargo, una noche, cuando volvíamos de la playa se bajó de su camioneta roja, y vino directo hacia mí, con pasos torpes y acelerados. Mi cerebro no procesó absolutamente nada de lo que ocurrió. Fue mi cuerpo quien reaccionó. Reaccionó con ganas. La ganas de besarlo por fin, con el alivio de sus labios contra los míos, su mano sujetando mi nuca y su brazo rodeando mi cintura. Fue un beso fugaz, lleno de sentimientos retenidos. Cuando despegó sus labios no pude decir nada. Me miró a los ojos y volvió a su camioneta en silencio. Entré en casa y fui directamente a la ducha. Me mire en el espejo anonadada, todavía en shock. Solo pude sonreír. Y desde entonces no dejé de hacerlo. Nunca nos pusimos nombre. Nunca definimos lo que somos.

Estamos juntos y eso es todo lo que me importa.

Pero le quiero, no como puedo querer a Logan.

Le quiero con todo mi cuerpo, con todas mis ganas, con mi vida. Le quiero con mis ojos, mis labios, mis manos, con todos mis sentidos. Le quiero tanto que estoy aterrada.

Nunca nos hemos dicho "Te quiero". No se si Ryan me querrá como yo a él.

Pero supongo que eso es un tema que tendré que dejar para la Franccesca del futuro. Ahora quiero hablar con Melissa, y necesito hacerlo ya.

Mel se ha convertido en una amiga. Jamás he tenido una. Desde el día que Logan nos presentó supe que me llevaría muy bien con ella. No me preguntéis por qué. Simplemente lo supe.

Me despido de Logan y le doy un beso suave a Ryan en los labios antes de salir del coche. Me he quedado dormida en sus brazos y estoy un poco grogui todavía.

Entro en casa y saludo a mis padres con un grito. Están en la terraza observando el atardecer. Mi casa tiene una de las mejores vistas de la isla. Como siempre, voy derechita a la ducha y no tardo más de quince minutos en salir y enrollarme el cuerpo en la toalla. Cuando salgo del baño elijo mi ropa para esta noche y me vuelvo a poner todos mis collares y anillos.

Me tumbo en la cama con el pijama puesto y una toalla en la cabeza. Cojo el móvil y entro en la aplicación de WhatsApp.

Franccesca:

Se lo voy a contar hoy. Le voy a decir que venga antes a casa. Necesito que lo sepa.

Ryan: