"1162 palabras"︿︿︿︿︿︿︿︿︿
[...]
- Se te va a manchar el traje - señalé su traje con un dedo.
- Y a ti el pijama - se empezó a reír.
Miré mi ropa y me sonrojé al instante.
¡IBA EN PIJAMA!
Aparté la mirada hacia otro lado y escuché una estruendosa risa.
Pasados unos minutos le volví a mirar y él posó su vista en mi, no me sentía incómodo ni mucho menos, su compañía era bastante agradable, tanto así que hizo que me olvidara un momento de mis problemas.
Había una pregunta que rondaba mi cabeza desde hacía unos minutos, pero no estaba del todo convencido de formularla. Me armé de valor y abrí la boca para preguntarle aquello que tanto me carcomía por dentro.
- Y... ¿Por qué estás aquí? - ladeó la cabeza confundido - ¿Me estás siguiendo o algo así? -
- Ah... - pensó un momento - pues la verdad no lo sé, puede ser que te estuviera siguiendo - se acomoda las gafas - o solamente pasaba por aquí y vi a un lindo chico en pijama sentado en la arena -
- Gracias - susurré de forma en la que solo escucháramos nosotros dos, aunque no hubiera nadie más en la playa -
- ¿Por qué? - me miró.
- Por hacerme compañía - sonreí de lado.
Miré hacia el mar unos segundos y luego volteé la mirada hacia mi ¿amigo?, no sabía muy bien lo que era, pero cuando me volteé él no se encontraba allí, sino una mano tendida para que me levantase.
Su pelo era ondeado por la brisa mañanera y un leve aroma a menta se deslizaba suavemente sobre el aire hasta llegar a mi nariz.
- Vamos, te invito a un café - agarré su mano y me levanté con su ayuda. Me sacudí el pijama al levantarme.
- Solo si pagas tú - nos reímos.
- Entonces ya no te invito - empezó a caminar en dirección contraria a mi.
- ¡EH...! - le grité - ¡PERO NO TE VAYAS! - empecé a correr sobre la arena hasta llegar a él. Le agarré del brazo e hice que se girara, dejando ver su cálida sonrisa.
- Ahora eres tú el que me sigue - se rió, a lo que yo hice una mueca de molestia - venga vamos a por el café -
- Em... - paré de caminar, haciendo que él también dejara de caminar - voy en pijama... - susurré.
Miró hacia los lados y se quedó un momento pensativo, se quitó las gafas de sol dejando ver sus preciosos ojos azules y volvió a clavar su mirada en mi.
- Creo que tengo ropa en mi tienda - retomó el paso.
- ¿Tienes una tienda? - me hice el tonto.
- Ajam, está cerca - contestó.
- Pues vamos - le seguí.
Narra Toni:
Me había levantado pronto para ir a abrir el Krule, normalmente iba con mi hermano Carlo, pero en esta ocasión tuve que ir yo solo ya que no encontraba a Carlo por ningún lado.
La tienda no quedaba muy lejos de mi casa, por lo que decidí ir andando hasta ella.
Para ir hasta ella, tenía que pasar al lado de la playa, al pasar a su lado, un suave aroma a chocolate deleitó mis sentidos, por lo que decidí seguir aquel peculiar olor, el cual procedía de un chico rubio.
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Freccia del destino [Gustoni]
Fiksi PenggemarGustabo y Horacio siempre han vivido en Los Santos, nunca se han dado el privilegio de tomarse unas vacaciones hasta el día de hoy. 3 meses son los que tienen ambos omegas para descansar de toda la presión del trabajo que les ocasiona el FBI. Pero...