Capítulo 7

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—Entonces soy ¿Kim MingYu? O tal vez ¿Park MingYu? Ah no, ya lo recordé ¡Hwan MingYu!

—Por favor Kibum, vamos no seas así. —El profesor Lee aun habla con un tono calmado, sereno y sobretodo muy bajo para evitar que alguien los escuche.

—¿Por qué Jinki?

—Maestro Lee. —Lo corrige haciendo que la expresión del estudiante cambie. —Perdón, estamos en público y Victoria puede…

—¿Ella puede qué? ¿Oírme? —Levanta la voz y el mayor empieza a desesperarse ante el temor de ser descubiertos— ¿Ella puede enterarse de que con su bonito dinero me compras cosas a mi y a ella? ¿O que de alguna manera aunque yo… —su tono fue perdiendo fuerza— de alguna manera aunque yo… yo llegué después de que ella te dejo y tú estabas solo… termino siendo el amante… el sin derecho a nada, el que debe esconder la cara y no tiene respeto por nada ni nadie. —Afirmó al tiempo que sus palabras lo habían hecho derramar lágrimas.

—Kibum, sabes que yo te amo. —Intentó acariciar el rostro con la expresión de dolor del menor pero este respondió de forma brusca alejando sus manos.

—Me amas… una mierda Jinki. —Secó sus mejillas con fuerza raspándose la piel con su ropa y lo miró directamente a los ojos.

—Ya fue… Solo déjalo… Ya nada es, todo fue, pasado. No hay porqué sufrir —soltó una risita sarcástica— no tengo porqué sufrir. Porque veo que tú estas muy feliz aparentemente. Estoy cansado de creerte aunque no me das explicaciones, estoy cansado de excusarte porque yo soy quien te invento las explicaciones. Estoy harto de esperar cada maldito segundo de cada maldita hora a que tú entres por la puerta de mi departamento, estoy harto de esperar con ilusión que cada vez que mi celular suena seas tú. Estoy asqueado de cada noche rogar porque tu perfume no se desvanezca de mi almohada. Ya no más Jinki, no perdón me corrijo, maestro Lee. —El joven Kim estaba destrozado por dentro, evidentemente para Jinki era mas importante Victoria porque mantuvo el teatro para ella sin importarle el dolor o la humillación que podía causarle. Jinki no habló más, solo vio como su amado alumno se chocaba con la realidad.

El chico salió en medio de lágrimas que no dejaban de salir. Sus amigos ya no estaban y aunque necesitara el abrazo de alguien de alguna manera se sentía aliviado de que ninguno de ellos lo viera tan destrozado y humillado como estaba justo en ese momento.

Los días pasaban opacos. Las semanas se volvieron largas y sombrías para Kibum. No importaba cuánto esfuerzo hicieran sus amigos para levantarle ánimo simplemente no le salía una sonrisa sincera o quizás había olvidado como hacerlo.

—Amigo, por favor, ya deja esa actitud. Él fue un maldito cabrón contigo, él debería estar sufriendo no tú. —Insistió Taemin para luego darle un sorbo a su taza de té.

—¿Qué? Ya lo superé. Han pasado casi 5 meses desde la última vez que lo ví y casi un año desde que todo terminó. Sería muy ridículo si yo aún siguiera sufriendo por él. —Afirma Kibum como si nada, como si comentara una noticia que vio en la TV.

—Si, ya lo superaste. Pero aún tienes una foto escondida en tu armario que guardaste aquel día en que botamos todas las cosas de Jinki. Dices que lo superaste pero hoy cuando entré a despertarte estabas abrazando esa almohada que te niegas a reemplazar y que asumo era donde dormía él.

—Es mi almohada, no está contaminada o algo así. Hablas como si no hubiera lavado en todo este tiempo esa funda. —Pronunció indignado.

—Entonces ven con nosotros, acepta la cita doble que Minho planeó. —Taemin lo jaloneó de su ropa insistiendole de forma caprichosa hasta que finalmente lo consiguió.

—¿Y cómo es ese chico guapo tuyo con el que tanto insistes? —Cuestionó mientras se arreglaba el cabello frente al espejo del ascensor.

—Emmm

—¡Taemin!

—Lo siento, lo siento. —Ríe nerviosamente.

—¿Cómo se te ocurre traerme a una cita a ciegas si tú no sabes con quién me veré? Lo "ciego" es respecto a mi no a ti. —Le reclama.

—Es que... Min lo conoce. Dice que es su amigo.

—¡Si pero eso no me asegura nada!

La discusión terminó cuando el ascensor se abrió y les mostró el lujoso restaurante del hotel en dónde habían acordado la cita. Avanzaron unos pasos y una señorita vestida de uniforme negro y tacones los atendió guiándolos a la mesa donde sus citas ya los esperaban.

—Estoy emocionado —Susurra Taemin cerca de Kibum mientras caminan.

—Y yo creo que voy a matarte de antemano.

—Ya, no seas amargado. Oh. Ya los ví. —Minho levanta la mano sonriente. Se ve como otro chico sentado de espaldas a ellos se acomoda el saco. Ambos se levantan para recibir a sus respectivas citas y Taemin y Kibum alcanzan la mesa.

La sonrisa de Taemin desapareció y sus puños se cerraron. Kibum por su parte se quedó pasmado, su piel empalideció un poco y todo su cuerpo dejó de reaccionar.

—Chicos, siéntense. —Sugirió un Minho que parecía ajeno a la situación, pero ninguno de los chicos hizo caso. —Les presento a un compañero de trabajo y amigo. Él es...

—Woohyun... —murmuró Kibum interrumpiéndolo.

—Si. ¿Se conocen? —Preguntó sin comprender recibiendo una mirada fulminante de Taemin.

La tensión se podía tocar con las manos.

ENAMORADO DE MI PROFESOR 2 (Onkey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora