2. ¿Y tú eres...?

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Aparcamos delante de lo que sería mi casa en los próximos años. Era muy grande, mucho más que nuestro antiguo pequeño chalet. Se podían apreciar tres pisos de paredes blancas como la leche, una piscina de aguas cristalinas y un... ¡¿Jacuzzi?! ¡¿Tengo un jodido jacuzzi?!

-Adriana, cuidado con las palabras...-Me amenaza mi madre, ni que tuviera cinco años y hubiese dicho una barbari....ESPERA, ¿Había dicho eso en voz alta? Nota mental, hacer una visita al psicólogo, sólo por si tengo algún tipo de problema en la cabeza...

-¡¡Adrii apocalipsis zombie!!-

¡¡¡¿¿¿QUÉÉÉ???!!!
Empiezo a correr en círculos, como perro persiguiendo su cola...

-¡¡¡HAY UN P*** APOCALIPSIS ZOMBIIIEE!!! ¡¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!! MEJOR DICHO ¡¡SALVADME A MI!!

Estaba tan sumamente concentrada en mi plan de huída que no me percato de que mi madre se está retorciendo de la risa en el suelo como si de una croqueta se tratara...Un momento...No hay nadie corriendo de un lado a otro y tampoco gritando como poseídos, y no hay ¡ZOMBIES!...

-¡TÚÚ!-Miro a mi madre, si eso que hay en el suelo se puede llamar madre, con todo el desprecio que puedo...-casi me muero, ¡¿Por qué has hecho esooo?!

-¿No es obvio? Estabas otra vez en tu mundo, y como no respondías cuando te llamaba, he dicho lo único que sabía que ibas a escuchar-dice mi "mami" con su mejor carita de ángel.

De repente aparece un hombre alto, con cuerpo medianamente bien trabajado, tez blanca, ojos verdes y con una mata de pelo rubia.

-Hola, tú debes de ser la famosa Adriana, yo soy Jaime, el novio de tu madre, encantado-se presenta la pareja de mi mamá, que parece sacado del mes más caluroso del año de un calendario de bomberos.

-Encantada Jaime-le doy dos besos y me dispongo a empezar a sacar las cosas del coche.

Cuando él se encuentra de espaldas a mí, hablando con mi madre, llamo la atención de la misma con gestos de vaca retrasada, y le hago a entender con mis caras, que menudo bombón se ha buscado, ella responde poniéndose roja por aguantar las ganas de reír a carcajada limpia.

Termino de sacar mis cosas y me dispongo a entrar a la casa cuando me olvido de un pequeño detalle...

-Jaime-llamo su atención algo desorientada- ¿Dónde está mi habitación?

-¡Oh!, sí claro, disculpa cielo, lo había olvidado...Está en la planta de arriba, la segunda a la izquierda, entre la habitación de mi pequeña princesa y la de mi...no se me ocurre ningún adjetivo el cual pueda utilizar para describir a mi otro hijo, sin que después me monte un drama...-dice despistado. Genial otro que tiene que ir a hacerse un chequeo mental...

-Bueno mamá, Jaime, yo voy yendo a instalarme...- anuncio pensativa.

Recuerdo que mi madre mencionó que tenía dos hijos, pero nunca especificó ni en el género ni en la edad.

Entro en la casa, y como siempre absorta en mis pensamientos, no me doy cuenta de que hay un sofá que me llega a la altura de la cintura, con el cual me choco y acabo en suelo...Entrada triunfal al estilo Adriana, *aplausos mentales*.

-Disculpa-dice una voz dulce que deduzco que proviene de una niña de unos seis años-¿Se puede saber que estás haciendo?
Incapaz de levantar la cara del suelo de la vergüenza, le respondo lo primero que se me ocurre.

-Es que el suelo se veía muy sólo y entonces he decidido darle amor-eso ha sonado convincente...

-Bueno pues creo que ya lo has sobado bastante...-Dice la misma voz de antes .
Oh sí claro, que sigo dando amor al suelo...

Me levanto como puedo y recojo lo que se me ha caído durante mi súper entrada, cuando termino puedo poner dueña a la dulce vocecita que hace menos de dos minutos había presenciado mi declaración de amor al suelo.

Es un bichito de pelo liso y moreno, una sonrisa increíble, y unas ojitos marrones que hipnotizan. No se parece en nada a su padre, supongo que el parecido físico lo habrá sacado de su madre.

-Soy Sara, la hija de Jaime, ¿Tú eres la hija de Raquel?

-Esa es mi madre, sí. Me llamo Adriana, pero me puedes llamar Adri, encantada de conocerte Sara-Le tiendo la mano, pero ella me hace un gesto para que me agache, yo hago lo que me ordena, y una vez estoy a su altura me da un tierno abrazo. Tardo unos segundos en reaccionar, pero en seguida le correspondo.

-¿Vas a ser mi hermana mayor?-Me pregunta con un ápice de ilusión en su voz.

Nunca he tenido hermanos, por lo tanto no se cómo lo haré, pero siempre hay una primera vez para todo.

-¡Claro que sí! Entonces, ¿Tú vas a ser mi hermana pequeña?

-SÍÍÍ-chilla ella excesivamente emocionada.
***
Después de estar hablando con Sara, me dispongo a subir las escaleras con todo mi equipaje para empezar a instalarme.

Entro en mi habitación y me quedo admirando todo el espacio que hay. Dejo las maletas a un lado y cierro la puerta.

Inspecciono cada rincón del cuarto.
En medio, pegada a la pared, está la cama, una cama gigante, con sábanas blancas y azul turquesa. Justo enfrente hay un armario color crema enorme. A un lado un escritorio de madera con un equipo de música de los buenos encima, y al otro lado del armario una puerta que lleva a un baño -que mas que eso parece un SPA-

Hay una ducha con azulejos azules para que de ese efecto de cascada, y una bañera blanca con cojines para apoyarse y la opción de masajes. Un espejo, un tocador muy grande, y el water de porcelana blanca.

***

Termino de desempaquetar todo, y mientras lo hago me tomo un sándwich para saciar mi muy ruidoso estómago, ya que eran las cuatro de la tarde, y con todo el jaleo, no había podido comer tranquila.

Cuando mi barriga ya no ruge como un león desesperado, decido darme una ducha.

Eran mediados de mayo, pero el calor ya estaba presente, así que abrí mi armario y escogí una camiseta ancha de mi mejor amigo, la cual consistía en el fondo negro y el logo verde de monster y unos pantalones cortos elásticos negro, y mi ropa interior.

-Normalmente iba sin los pantalones ya que la camiseta me tapaba, pero no los conozco lo suficiente como para ir en paños menores delante de sus narices.-

Me dispongo a entrar a la ducha, primero me deshago de mi ropa y a continuación me meto y cierro la mampara, enciendo el agua y las primeras gotas frías impactan en mi piel como cuchillos, conforme el agua se va calentando yo me voy enjabonando, me aclaro los restos de jabón y abro la puerta de la ducha.

Diviso un porta-toallas a menos de un metro de mi así que estiro la mano y cojo una toalla color beige, me envuelvo en ella y salgo de la ducha.

Una vez estoy seca me dispongo a cambiarme, cuando estoy vestida, me seco el pelo con la toalla y me peino. Vuelvo a poner la toalla en el porta-toallas para que se seque, cojo mi ropa sucia y la pongo en el cesto de la misma, que también se encontraba en el baño.

Ya lista, salgo y lo primero que hago al entrar a la habitación es ver a un chico de unos dieciséis años boca abajo en mi cama.

-Disculpa-llamo su atención

-¿Si?-responde el chico sin ni siquiera darse la vuelta

-¿Y tú eres?...
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¡¡Holaaaa pequeñas!!
Siento la tardanza es que he estado de intercambio y después de viaje, y con los exámenes de por medio... No me venía la inspiración, pero ha llegado pisando fuerte. Intentaré subir regularmente a partir de ahora.
Y chic@s ...
¿Quién será el chico misterioso que ha invadido la cama de Adriana?
¿Cómo reaccionarán al verse cara a cara?
¿Será un violador?
Todas las respuestas a vuestras preguntas... O casi todas, en el próximo capítulo. Estar atent@s porque puedo subir en cualquier momento *cara de psicópata pervertida*.
Difundir la novela si le veis algo especial y así podemos crecer... ^~^
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Gracias por vuestro apoyo
xx Blanca xx
-Sara en multimedia-

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora