prólogo

22 5 12
                                    

"Me gustas jimin" decía un joven de 18 años con la cabeza gacha tomando entre sus dedos una rosa color rojo carmín. "Eres igual de hermoso" Sonrió levantando con delicadeza la rosa entre sus manos.

"¿que?" Dijo incrédulo "¿yo parecerme a esa horrible rosa?" Espetó con el ceño fruncido.

El otro chico lo miró confundido.

"Yo no soy como esa cosa fea, yo no me marchito así" rió sarcástico. "Cómo te pueden gustar tanto cosas así, sin gracia, desordenadas, es más, ni siquiera pueden permanecer por mucho tiempo, se hacen más feas cuando se marchitan" rió con ironía.

"Jimin no digas eso, ellas pueden ser instantáneas tal ves porque a sí es su ciclo de vida, pero cuando-"

"Ya cállate, no sigas, me aburres" Jimin volteó y dio pasos alejándose.

"¡Jimin!, ¿no me dirás nada?" Habló alto intentando alcanzarlo.

"Decír que" volteó malhumorado.

"Ya sabes, tú... me gustas"

"Pero tú a mi no, no me gusta alguién con gustos raros como tú" dijo Jimin serio.

"Dame una oportunidad, yo-"

"Yoongi no sigas" Habló, se acercó a él despacio "te seré sincero. A mi me gustan las chicas, ¿entiendes?, ¡chicas! Y repugno a personas así" lo último refiriéndose a él.

"¿Entonces no tengo oportunidad?" Yoongi podía sentir como un nudo se formaba en su garganta.

"No, mejor regresa a tu amado jardín, a regar y seguir hablando como un loco, ya que es lo único que sabes hacer, y si por ahí encuentras a una rosa sin gracia que pueda ser tu novia, mejor. Así ya no seguirás molestándome más" dijo burlón.

"Y no te acerques a mi, no quiero ser como tú, un... marica" lo último lo pronunció bajo.

Yoongi no pudo más y dejó escapar una lágrima. Odiaba ser sensible.

Jimin se cercó a su oído y susurró "ahora pareces una niñita llorona, ya madura" luego pasó de largo chocando con el hombro de Yoongi haciéndolo tambalear.

Jimin arregló su mochila y se alejó del parque riendo sarcástico.

Yoongi levantó la rosa del suelo y la llevó acercándola a su pecho.

"Acaso ¿habrá alguién tan hermoso por dentro y fuera, que ame las rosas como yo?" Susurró para sí dejándose caer al piso. Se puso a sollozar.

Un 14 de febrero y por segunda vez en su vida había sido rechazado. Realmente no sabía si el verdadero amor llegaría, el creía, pero aún así a veces pensaba que no estaba en su destino ser amado.

Llegaba a su casa decaído con los ojos rojos y la mirada triste. Abrió la puerta.

"Llegas tarde, donde estuviste, y... así" dijo una señora sentada en una silla en medio del jardín. Bebía una taza de té.

Se puso de pie.

"¿Viniste caminando desde la ciudad?" Dijo restándole importancia por como estaba. "Para eso tenemos un chofer ¿no?, Yoongi, mira como vienes" lo miró de reojo.

"Ja, siempre haces lo que se te viene en gana" dijo y volteó dando pasos de vuelta a su silla.

"Querrás decír tú" susurró Yoongi. Su vista puesta en el piso, con la mirada llena de coraje. La señora pauso sus pasos y volteó.

"vienes acá cuando quieres, tal ves... solo estás en casa cuando te conviene, ¿verdad madre?" Yoongi rió manteniendo su postura.

"¡Mas respeto con tu madre Yoongi!" la señora levantó el tono de su voz.

jardín de rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora