La Mariposa Cósmica

Capítulo 139: El Amor

Pov 3ª Persona

La pelea entraba en su clímax, los dos pilares usaban posturas una tras otra, pero Yura lograba mantenerse firme, resistir a la sincronización y el ataque en conjunto de ambos. Al contrario la arcángel conseguía por cada sucesión de golpes y técnicas de luz arrinconar al grupo, tanto así que la regeneración empezó a escasear para los contrarios y la confianza del ser celestial aumentaba, era obvio que ella iba a ganar si seguía aquella contienda de esa manera. Se limitaba a lanzar cortes con el uso de su poder para aumentar la capacidad letal y que las acuchilladas fueran mucho más precisas, de ese modo siempre lograba estar por encima del nivel requerido.

--Podréis ser dioses, pero aún no estáis tan por encima del nivel promedio, ni estáis potenciados para luchar con uno menor, y vuestro error ha sido enfrentarme. Hace muchos años me enfrenté a aprendices de dioses que Izanagi envió contra mí, y de ningún modo he perdido en aquellas ocasiones, lo mismo ocurre aquí. ¿Una sincronización para vencerme entre vosotros dos? ¿Es una broma? Que asqueroso, pero bueno, os tendré que dar de vuestra propia medicina.--Señalaba Yura de manera bastante lógica y confiada por los dos rivales, que estaban corriendo para embestirla. Observando sus movimientos por unos segundos, la rubia aplicó un corte en cruz que fue a través de sus defensas llegando a sus pechos y realizando rajas con la sangre salpicada por sus ropas, y ya no era solo un simple ataque, porque al continuar dicha batalla los había herido en numerosas ocasiones, consiguiendo que sus vestuarios ya se hubieran roto gran parte en el proceso, quedando nada más que el uniforme de cazador. Una alegría demasiado grande se relucía en su expresión, y seguramente el cansancio sería el punto predominante para matarlos.

--Ahhh...ahhh...Kanroji, no te acerques, si lo haces...puedes morir...--Decía Iguro con su traje manchado de sangre y el ojo azul perforado, además que su haori de rayas fue destruido en el proceso, y lamentablemente órganos internos quemados. Aún así se mantuvo firme en intentar usar otra postura, solo que esta vez modificada al deslizarse a su enemigo mediante "Espiral Inmovilizadora-Anillo Ígneo", donde interrumpió el movimiento de sus articulaciones y la envolvía en una simulación de diez víboras en diversas direcciones para así cortar su cuerpo. No obstante notaba que la arcángel había cerrado los ojos esperando algún acontecimiento, y su pierna fue atravesada por el arma curvada en su movimiento frenético, sin creer lo realizado.

--¡Iguro!--Gritaba la pelirrosa alarmada al correr hacia él, pero cuatro pares de estocadas alcanzaron sus costados hasta dejarla arrodillada. Su haori blanco había sido destruido en la batalla y la sangre rodeaba su uniforme, hasta sus labios se encontraban manchados del tinte escarlata, y con lo ejecutado se daba cuenta de la gran diferencia que había con respecto a Remiel, en teoría estaban perdiendo dos contra un ser celestial, y exclusivamente fuerte. Podía pedir la ayuda de los otros cazadores, no obstante su orgullo como pilar y aprendiz de diosa le hacían denegar la oferta, solo su compañero/novio y la cazadora debían encargarse de la enemiga.

--Que tontería, no podéis ni siquiera acertar un mísero golpe, decepcionante. Admito que el filo dorado me hace daño, pero solo lo posee esa tonta niña, y Seriel bueno, tiene una mejor aptitud física, pero sigue siendo un estorbo. ¿Por qué seguir intentando? Que lastima, y eso que no os habéis enfrentado a Michael y Gabriel, que son los peores.--Se burlaba la rubia al ver a sus oponentes, los cuales estaban tratando de levantarse y la regeneración una vez más hizo eco para curarlos, pero ya parecían estar en las últimas. Bufó aburrida al considerar el conflicto innecesario, y agarrando su arma usó "Cola Luminosa del Dragón", que como reflejo daba una vuelta completo de 360 grados com la propia espada, en la que arrastraba una gran cola de luz en forma de ráfaga brillante dispuesta a darles a ambos, aunque les dio tiempo a reaccionar y saltar a unos lados, los que sí fueron víctimas, como cazadores y demonios por igual, morían a manos de la misma con una cuchillada sangrienta.