Miradas y Miedos

9. Verdades reales

29 de enero de 2018

Mientras aquellos señores tomaban un cafe con total tranquilidad, Noemi estaba en frente de la compu tecleando rápidamente, los miro de reojo y levanto las cejas.

- Hija...-  Ricardo iba a hablar pero su hija de adelanto, en su cabeza ya sabía lo que iban a decir.

- Papá, por favor no empecemos con esta conversación otra vez- dijo corriendo su pelo hacía atrás

- Nomi, solo nos preocupamos por vos- Dijo el otro hombre.

- No tiene de que preocuparse- respondió. - Solo no son días muy buenos- dijo casi para adentro.

- Mi amor, dos meses de días malos y de verdad nos preocupas, ya no cenas con nosotros y ya casi ni ayudas a tu papá en el taller- dijo Ricardo con algo de suavidad. - Y sé que vas cambiando, sabíamos que en algún punto no ibas a querer estar con nosotros, pero ya no salís, no te reís y- otra vez su hija lo interrumpió.

- Papi, yo siempre voy a querer estar con ustedes - le dijo casi llorando - pero a veces necesito mi tiempito- dijo levantando los hombros.

- Hija...-

- Escuchen- Dijo algo pensativa.
-Si quieren hoy salimos. Vamos a hacer lo que quieran, me baño y salimos, pero no se preocupen por favor- pidió mientras se salía de su silla, para empezar a caminar hacía su habitación sin dejar que sus padres le dijeran más.

Los hombres se miraron unos segundos antes de el ruido de la puerta los exaltara.

Era Lucia.

- Hola tíos, traje para hacer pizzas de cebollas como les gusta- dijo dejando la bolsa en la mesa frente a ellos. - también traje co- los miro algo extrañada. - ¿Está... Todo bien?.-

           [Casa de los papás de Joy y Tere]

- Entonces, ¿Y Lucia? ¿Por qué no vino?- dijo mientras colaba los fideos.

- Mamá...- dijo antes de meterse una uva en la boca-

- Hijo, por favor, estamos grande y tanto tu papá como yo queremos pasar tiempo con nuestra nuera- le respondió y se quito las manoplas.

- Lo entiendo mamá pero...- fue interrumpido.

- Ma... Que vamos a com...- la chica se detuvo en la puerta - ¿Que vamos a comer ma?- repitió, esta vez con mala cara.

-Comida- respondió.

Escucho un bufido y antes de que la chica abra la boca, la madre la interrumpió.

- Podes ser educada por una vez en tu vida y saludar por favor- le pidió la mujer, volcando los fideos en el tuco.

- Ma, déjala...- le dijo Maxi, metiéndose otra uva en la boca.

Tere rodo los ojos y se acerco para sacarle uvas a su hermano

- No basta- los reto, dejando la olla a un lado. - Son hermanos, dejen de ignorarse de esa manera... No se imaginan lo que- comienza a sollozar.

- Ay mamá, tampoco es para tanto- dijo su hija, tratando de disimular cierta preocupación que se le subía.

La madre negó.

- Claro que si es para tanto, solo pensé que cuando crecieran las cosas cambiarían - sube la mirada y mira a su hija- Que vos cambiarías.- le afirma.

La chica la mira.con recelo y casi que larga una carcajada- ¿Que estás insinuando? -

- Mamá, no. - Maxi se metió en el medio para abrazar a la madre- No vale la pena, no te gas...-