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POV. Michael Afton

Han pasado más de seis meses que mis padres se divorciaron, a decir verdad, me alegra que lo hicieran, siempre los veía gritando y discutiendo.

Aunque, papá se enojo mucho ya que mamá se llevó a mis hermanos y ahora solo los podemos ver una vez al mes, creí que papá iba a estar "bien" pero pude notar un gran cambio en su personalidad.

- Padre, ¿Qué estás haciendo? - Dije mirando por la puerta entreabierta de su habitación.

- Nada Michael, solo, escribo algunas cosas -

- Uh, está bien - Dije mientras me dirija hacia mi habitación y me acosté en mi cama, mirando a la nada.

Siendo sincero, desde hace tiempo tengo sentimientos por mi padre más allá de los debidos, tenía miedo de decirlo, así que simplemente no le dije nada.

Entre más pasaban los días menos podía evitar imaginarme el dormir con el o cosas así, siendo sincero, creo que eso nunca pasará.

Se que yo al ser un Omega no debería tomar la iniciativa en ciertas cosas, pero siendo sincero, no puedo evitarlo.

Después de un largo día de secundaria llegué a mi casa algo cansado, subí a mi habitación y me di cuenta que papá no estaba en casa.

A la mañana siguiente escuché la puerta de mi habitación abrirse y ahí estaba mi padre, me dijo que me levantará, que teníamos que hablar, yo simplemente dije que si para luego levantarme de la cama y tallarme un poco los ojos, debido al sueño que tenía.

- Michael, tenemos que hablar - Dijo mi padre mirándome

- Uh, ¿Sobre qué hablaremos? - Dije mirando a mi padre, el cual se acercó un poco a mi y me tomo del hombro.

Mi padre me acerco a el y me beso, yo estaba en estado de shock, no dije nada hasta que se separó.

- Michael, desde ahora en adelante, serás mío y de nadie más - Dijo con una leve sonrisa en su rostro

Yo me quedé mirando a mi padre con un leve sonrojo por unos segundos, para después decir que si con la cabeza.

- Por supuesto que sí padre - Dije con una leve sonrojo y una sonrisa en mi rostro.

Papá tomo mi mano y sonrió, esto, definitivamente está mal, tal vez sea por qué yo tengo 14 y el 36, o por qué el es mi padre y yo soy su hijo, de cualquier manera, eso está mal.

Y me encanta que sea así, puedo decir con toda seguridad que amo a mi padre sobre todas las cosas, incluso lo amo más que a mi mismo, mi padre, sin duda, era todo para mí.

Esa noche papá me dejó dormir con el, aunque, no dejaba de abrazarme, digo, no me desagradaba, de hecho, me encanta, pero el nunca a fue cariñoso, nisiquiera con mi mamá.

- Michael, ¿Sabes?, Tienes un cuerpo muy hermoso - Dijo mi padre mirando desde la cabeza hacia los pies

- ¿En serio?, Gracias, supongo - Dijo recostandome en su pecho, mi padre es uno de los pocos alfas que olía rico, si, el olía a plantas de menta, y simplemente era hermoso el oler su escencia.

A la mañana siguiente estaba preparándome para ir al colegio, estaba muy feliz por lo que pasó el día anterior, como todas las mañanas, papá me dejó en la escuela.

La escuela había terminado y papá me había venido a recoger, como siempre, solo que está vez tirado un poco, supongo asuntos personales, así que me dió tiempo de hablar con unos amigos, minutos después note que mi padre había llegado, así que me despedí de ellos y me dirigí hacia mi progenitor.

Lo noté algo ¿molesto? Si, definitivamente era eso, ninguno de los dijo ni una sola palabra durante todo el camino de regreso a casa, hasta que mi padre se digno a hablar justo cuando llegamos a la casa.

- Michael, ¿Quienes eran esos con los que platicabas? -

- Uh, pues, son mis amigos papá, ¿Qué pasa con ellos? -

- Precisamente, ellos -

- ¿Uh?, No entendí -

- Mira, no quiero que les vuelvas a hablar, ¿Ok?, Son una mala influencia para ti, Michael -

- Pero, papá, ellos siempre me han hablado y son mis amigos desde pequeño -

- Michael, ¿Vas a desobedecer a tu propio padre? - Dijo mirandome con una visible expresión de enojo, yo solo lo mire bajando un poco la mirada y suspirando.

- ...Está bien papá...ya no...ya no les hablaré, todo será como tú digas - Dije con una leve sonrisa en mi rostro - Solo, no te enojes conmigo, por favor -

- Bien, eres un buen chico, Michael - Dijo tomándome del hombro y sonriéndome muy levemente.

No quería que papá se enojara conmigo, es lo único que tengo y sin duda no soportaría si me odiara, por el, haría lo que fuera, solo para hacerlo feliz, era tan lindo ese sentimiento de ser correspondido por la persona que más amas en el mundo entero.

Esa tarde mi padre y yo nos la pasamos viendo unas películas que nos gustaban a ambos, eso se sintió, lindo, compartir un momento así en pareja, sin duda, lo más lindo del mundo.

A la noche volví a dormir con papá, eso era realmente lindo y de cierta forma, me calmaba, ya que de cierta forma, sus abrazos me decían que no estaba enojado conmigo.

- ¿Sabes Michael?, Vas a dormir conmigo desde ahora en adelante -

- ¿En serio? -

- Si, Michael -

- Eso es increíble - Dije sentandome al borde de la cama, papá hizo lo mismo, se sentó a mi lado tomando mi mentón con una de sus manos haciendo que lo mirara directamente a los ojos.

Aquella mirada de ojos azules era simplemente hermosa, parecía el cielo y el infierno al mismo tiempo, un cálido invierno en una mirada, hasta que su voz me saco de esos hermosos pensamientos sobre la brillante mirada de mi padre.

- Michael, quiero que sepas y aceptes, que en este preciso momento, que no vas a amar a nadie más que no sea yo, ¿Entendiste pequeño Mike? -

- Si padre, todo lo que tú quieras, lo cumpliré sin dudar de una sola palabra, solo para complacerte -

- Muy bien Michael, me gusta que seas así de obediente, pequeño - Dijo dándome una leve sonrisa en su rostro, ese hermoso y bello rostro y me dió un corto beso en los labios.

Yo le devolví la sonrisa con un leve sonrojo y le di un abrazo, el cual el me correspondio de inmediato, sin duda, sentía que había ganado el cielo con ganar el corazón de mi padre.

Ambos nos acostamos de vuelta en la cama y nos quedamos profundamente dormidos, abrazados uno con el otro, como una pareja feliz.

• - Todo por ti - William x Michael •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora