Mew y Gulf se conocieron cuando eran muy jóvenes, a pesar de ser clases sociales diferentes y de personalidades opuestas, ambos se enamoraron perdidamente el uno del otro.
Pero de un momento a otro sin decir nada, Mew se fue, dejando a Gulf con el c...
El panorama que se obtiene en las afueras es realmente diferente al de la ciudad, al no estar rodeado por las luces de los edificios, autos y lámparas de las calles, se puede apreciar con más claridad las estrellas, y la luna se ve incluso más grande y magnífica.
Era una lástima que Mew tuviera esa vista en tales circunstancias, si estuviera acampando junto a Gulf la historia sería diferente.
Llevaba esperando alrededor de quince minutos a que Jack despertara, no sabía si fue producto del alcohol o del miedo, pero se había desmayado cobardemente.
_que aburrido, ¿cuánto más debemos esperar?... esto es cómo una burla a mis habilidades..._
Tul se puso de pie a su lado y miró también al cielo.
_es una buena vista, lástima que no estemos de acampada_
Llevaba una larga gabardina y su cabello claro se mecía con el viento, no podía saber lo que Mew estaba pensando en ese momento ya que su primo no expresa ninguna emoción, ni pronunciaba ninguna palabra.
Se mantuvieron en ese estado hasta que persona en el suelo comenzó a sacudirse desesperado.
_vaya por fin despertó comenzaba a aburrirme_ dijo volteando para mirarlo con una sonrisa sutil dibujada en sus labios.
Mew no tardó en girar caminando tranquilamente hacia él, el crujir de las piedrecillas mientras paso a paso se acercaba, aterraba el corazón del desdichado Jack.
_hola Jack ahora si me reconoces_ dijo con una mezcla de burla y frialdad tangible en su voz.
Para Tul esa actitud lo emocionó como no había imaginado, al fin ese rostro pacífico que mostraba su primo todo el tiempo estaba mostrando sus colores escondidos, no dijo nada, no hizo mayor ruido, solo esperó expectante a que Mew tomara el control.
Jack reaccionó tardíamente, su mirada estaba perdida en el rostro del hombre que parecía tan imponente como una montaña y que apuñalaba sus nervios con la mirada.
Su cabeza dolió de una manera punzante, el alcohol comenzaba a desaparecer y su imposibilidad para moverse comenzó a desesperarlo, sus muñecas y tobillos hacia atrás dejando todo su peso en las rodillas, las cuales parecían ser atacadas por hormigas, era abrumadoramente doloroso.
¿Qué estaba pasando?
¿Dónde estaba?
El sonido escabroso de los árboles y la falta de voces comenzaron a llenar su corazón de pánico.
¿lo secuestraron?
El viento helado hizo recorrer un sudor frio por su espalda y parpadeando con rapidez al fin pudo reconocer el rostro del hombre frente él.
_¿Mew?_
Sus ojos se abrieron exageradamente, su tez ya deteriorada se volvió más blanca que un papel.
Su cuerpo comenzó a temblar y por inercia intento alejarse de él, apenas pudo sacudirse antes de caer de nuevo al piso, el lado derecho de su rostro golpeó con fuerza el desnivelado terreno.
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