Capítulo 6: No compartiré

687 88 1
                                    

Pov. Narrador:

—Qué decepcionante, ¿no? —dijo Mew en tono de burla.

—No, Mew, no lo es. Es preocupante, ¿no crees, Tee? —respondió Mindy, con preocupación.

—Mindy tiene razón, Gulf. Él necesita ayuda, y gracias por decirlo. Pero no digas que es una decepción, ya que jamás lo será. —dijo Tee, alejándose del grupo.

—Saben que no lo iba a decir, él no planeaba decirlo, él no planeaba pedirles ayuda, y lo planeaba ocultar todo. —dijo Mew, muy enfadado.

—¿Y tú? ¿Cómo sabes tanto? ¿Acaso lo has visto? —gritó Mindy, con incredulidad.

—Sí, lo he visto. —exclamó Mew, con tristeza. —Lo siento, Gulf, no es tu día de suerte. —No pude terminar mi almuerzo.

Tee se acercó a Gulf, necesitaba saber por qué su hijo había caído en las drogas, necesitaba darle su apoyo para que pudiera mejorar. Necesitaba ayuda.

Tee sabía que el consumo de drogas es un laberinto sin fin, siempre existe una recaída y tras esa recaída podía morir. Él no quería ese final para su hijo, que aunque no era biológico, lo sentía como si lo fuera.

Tee pensó en cómo decirle, en cómo ayudarlo a salir de eso. Lo que no sabía es que nunca hubo ese lugar, que a Gulf jamás le había gustado drogarse y siempre lo vio como una manera absurda de perder la vida.

No lo volvería a hacer, y tampoco lo hacía por su propia cuenta. Siempre fue impulsado por amenazas y miedo. Aunque sea un día, el que no lo haya probado, no sentía la impotencia de querer consumirlo. Le gustaba estar como estaba, y tal vez, más adelante sea difícil, pero haría lo que fuera para estar bien. No quería seguir decepcionando a su padre.

—Hola. —dijo Tee, sentándose al lado de Gulf, quien estaba sentado en contra de la pared. —Me debiste de decir. Yo te hubiera ayudado para que te recuperes y estés bien.

—Lo sé... Yo sí planeaba decirlo, pero no ahora, más adelante. Quería estar completamente sano para no preocuparte. Siempre estás preocupado por mí, y lo entiendo porque no soy exactamente el mejor hijo del mundo. Perdón. —dijo Gulf, con tristeza.

—La preocupación viene aunque todo esté bien, hijo. Siempre me preocuparé por ti, y eres el mejor hijo del mundo. Te amo tal como eres. Nunca me pidas perdón por eso. —dijo Tee, abrazándolo.

—Yo también te amo papá. —respondió Gulf, conmovido.

—Lo sé, pero te ayudaré. —dijo Tee, con determinación.

—Te ayudaremos... yo también quiero ayudarte, Gulf... —dijo Mindy, con una tierna sonrisa.

—No está decepcionada de mí... —dijo Gulf, con inseguridad.

—¿Por qué lo estaría? —dijo Mindy, sentándose a su lado. —Eres uno de los mejores chicos que he conocido. Si quieres mejorar, te ayudaré junto a tu padre. Aunque tengo que pedirte que disculpes a Mew. No sé qué le sucedió para decir algo tan privado de esa manera.

—Gracias... a ambos por preocuparse por mí. Y descuida, estoy seguro de que Mew no lo dijo con mala intención. —dijo Gulf. —Espero que no lo haya hecho con esa intención...

Ambos padres abrazaron a Gulf. Mientras tanto, Mew estaba escuchando todo detrás de la puerta. Tras escuchar lo último, se fue a su habitación, un tanto alterado.

Mew nunca había hecho algo por el estilo. Su familia ya no era la familia que antes tenía, ya no era el centro de atención en su casa, y eso no lo sabía manejar. Odia compartir, porque no sabe cómo hacerlo.

Se le había quitado el hambre por todo lo que escuchó. Triste, posiblemente. Escuchó a sus padres salir de la habitación de Gulf y dirigirse al piso de abajo. Tanto Gulf como Mew se quedaron en su cuarto hasta las 7 pm. Sus padres dijeron que saldrían a comprar una pizza.

Mew entró enojado al cuarto de Gulf, quien se sobresaltó por el ruido y la intromisión de su hermanastro.

—¡¡¡Porque!!! —gritó Mew, acercándose.

—¿Por qué? ¿El qué? —dijo Gulf, tratando de retroceder.

—Porque mierda me tienes que quitar el amor de ellos. ¿No puedes seguir con tu patética vida de mierda acaso? —dijo Mew, con rabia.

—¿No crees que es infantil eso? ¿Acaso no te enseñaron a compartir? Y tú quieres eres para decir lo que puedo o no hacer. —respondió Gulf, con tono desafiante.

—Claro, como el patético chico que nunca tuvo una familia, ahora que tiene una cree que puede hacer y decir lo que se le venga en gana. Pues déjame decirte que ¡no! Ellos también son mi familia, muy a mi pesar, pero lo son, y tú no me quitarás su amor. ¿Entendiste? —dijo Mew, tomándolo del cuello de su polo y alzándolo.

—Tú eres el único patético. —dijo Gulf, forcejeando. —Déjame, me lastimas... si sigues actuando como idiota, ellos te dejarán de amar. Así que si aún quieres su amor, simplemente deja de hacer idioteces como esta.

Gulf intentaba salir del agarre de Mew.

—Sabes... no lo haré. Me quitaste la oportunidad de decir que yo soy gay. ¡Tú tienes la maldita culpa de ello! Debería haberles dicho también que tú sales con un drogadicto que acaba de salir de la cárcel. Tal vez así se hubieran decepcionado de ti. Ellos dicen amarte, pero estoy más que seguro que no te conocen, no conocen la mierda que eres. —dijo Gulf, con furia.

—Tú no sabes nada de mí o de mi vida para hablar así. —dijo Mew, empujándolo.

Gulf, al empujar a Mew, y este al resistirse a retroceder, se tambalea y cae hacia adelante, encima de Gulf.

Mew al caer hacia adelante, se cae encima de Gulf, haciendo que sus labios choquen, por el impacto de la caída ambos se quedaron en esa posición con los ojos abiertos y con dolor de la caída.

Gulf fue el primero en reaccionar, puesto que Mew se había caído sobre él y el peor golpe fue para él. Como vio que Mew no se movía, tuvo que empujarlo un tanto fuerte.

—¿Qué mierda crees que haces? —dice Gulf en el piso.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Atte. Griss ♡

Solo por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora