Sentí que todo a mi alrededor se movía, pero sólo había silencio y oscuridad. Quería moverme, buscar a Newén, e incluso a Grown. Empezaba a ponerme nerviosa cuando una llama se prendió delante de mis ojos.
Instintivamente di un paso hacia atrás, pero choqué contra una roca dura a mis espaldas. Confundida, miré hacia atrás, pues sabía que antes no había nada.
Entonces, a lo lejos, sentí como una débil voz me decía: —Tranquila, mi señora. Relájese y confíe. —¿Era Newén el que me hablaba? Intenté llamarle, pero fui incapaz de mover la boca.
La llama se volvió a acercar, no tanto como antes, cuando sentí algo punzante en mi vientre y un dolor insoportable me invadió. Chillé, chillé con todas mis fuerzas, mientras sentía que me desgarraban por dentro. Abracé mi vientre de forma instintiva, pero era tan fuerte el dolor, que finalmente me desmayé.
Antes de que se me cerraran los ojos, vi como un hilo de sangre se dirigía hacia la llama y un cuerpo empezaba a tomar forma.
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Las alas de una diosa
FantasiLos recuerdos de Alessia Kühn son arrebatados. Se despierta en un bosque, más bien una selva, muy lejos de lo que ella recuerda como hogar. Solo dos nombres son la clave para que los fragmentos de su memoria vuelvan a reconstruirse: Esyre y Newén.