Capítulo 140: La otra cara

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Pov 3ª Persona

La guerra como tal se desarrollaba con éxito, pero de entre los pilares había uno en especial que no planeaba en ningún momento estar bajo el término de un grupo, siendo acompañado por tres mujeres de distinta apariencia y bastante atractivas, cuyo jefe era Uzui Tengen. El líder corría por el terreno montañoso con gran velocidad por el lateral y de manera perpendicular por una zona en la que no se hallaban ninguno de los dos grupos, es decir quería llegar a la base enemiga por su cuenta y enfrentar a la deidad cara a cara, de plano pudieron entrar a un bosque con los que ocultarse del ejército enemigo.

--Tengen-Sama, ¿vamos por la dirección correcta? ¿No deberíamos habernos quedado con algún grupo y apoyarlos?--Preguntaba una de las jóvenes que acompañaban al pilar, quien poseía una belleza incalculable por su cabello castaño amarrado en una coleta de caballo y ojos violetas, seguido de un pequeño mini-vestido blanco bastante revelador. Dicha mujer se trataba de Hinatsuru Tengen, ex-shinobi y antigua cazadora de demonios al servicio de su marido, y aunque no tenía miedo si estaba algo preocupada por la decisión de su hombre. Ante su comentario las otras esposas, Suma y Makio, observaron a la guerrera con desaprobación mientras no dejaban su movimiento al frente.

--No es así Hinatsuru, para vosotras es altamente peligroso ir por aquellos lugares. Nosotros, la familia shinobi, iremos por nuestro propio rumbo y encontraremos la base de Izanami, estoy seguro de que podemos hacerlo, ya hemos pasado por mucho como para rendirnos ahora. ¿No lo creéis así?--Preguntaba el pilar del sonido asegurando la posibilidad de pelear mejor en solitario que en grupo, y que a decir verdad iba mucho mejor para sus capacidades. Al ser sus esposas más débiles que él mismo y por el incidente ocurrido en el distrito rojo, el ex-shinobi decidió tomar preocupación y plantear una mejor estrategia sin tener que estar con los enemigos peligrosos.

--Tengen-sama es alguien demasiado genial, no moriremos de seguir así. ¡Pronto iremos a casa y tendremos un buen polvo!--Exclamaba la llamada Suma que, mientras corría, tenía ojos brillantes que incitaban la finalización de la misión para regresar a casa. Su apariencia era también bastante hermosa con un cabello azul oscuro/negro azabache con un largo vestido azul con bordes blancos que resaltaba bastante su extensa figura, seguido de unos ojos azul claro. En realidad la chica no quería luchar, tenia miedo de morir y quiso decir algo con el fin de regresar a casa con su familia, no obstante un golpe fue propinado en la cabeza con bastante dureza.

--¡¿Eres una tonta o qué?! Debo repetirte que Uzui Tengen le debe la vida a Kaede Kocho después de salvarnos con sus propias manos, y le perdonó la vida por el acto de traición. No es momento de pensar en tonterías en el campo de batalla, es vivir o morir, ¿Has entendido?--Le dio dos golpes otra de las jóvenes y esposas que acompañaban al pilar del sonido, Makio Tengen. Al contrario que las otras cazadoras, ella tenía un cabello corto entre negro y rubio parecido a la forma del cabello de Inosuke con unos ojos dorados, además llevaba un mini-vestido rojo que exaltada por completo su figura, siendo más atractiva que el resto de las esposas de Uzui Tengen. En definitiva tenía la personalidad de alguien más salvaje y le molestaba las actitudes infantiles de Suma, por eso no se detenía en regañarla.

Los tres siguieron su camino atravesando el gran bosque que tenían enfrente, y por ahora no había ningún enemigo, que era lo bueno, pero un pensamiento pasaba por la cabeza de¡ albino: si Izanami tenia la capacidad de ver todo, entonces significaba que 4lla ya sabía de su ubicación. Por eso mismo no se sentía tranquilo en lo absoluto, es decir estaban siendo vigilados, y su temor se hizo realidad al verse una persona tras los árboles, cuya apariencia de cabello rubio rizado y ojos amarillos la reconoció al instante: Zenko Agatsuma, la antigua pilar del rayo de los cazadores de demonios, ¿pero por qué estaría sola?

--¿Qué haces aquí Zenko? Si vienes a matarnos no te va a resultar sencillo, eres muy débil como para enfrentar al dios de la extravagancia. Inclínate, dame tus plegarias y te perdonaré la vida niña del trueno.--Comentaba el albino con cierta burla pasando a sacar sus conjunto de espadas dorados con algunos movimientos veloces con tal de sonar presuntuoso y algo egocéntrico, signo de su personalidad y poder. La sonrisa en dicho pilar era clara con sorna, y con su penetrante expresión confiada le estaba indicando que iba a ganar si ella iba contra Uzui Tengen, el rey del vino y la extravagancia, que a pesar de ser algo egoísta sus fines eran meramente honorables al proteger a sus esposas, un símbolo heroico de su parte.

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