La araña cruel

Capítulo 14: Solo otro día para Percy Jackson

Este es un día normal en la vida de Percy Jackson:

El día comienza con el niño de algún Hermes al azar que despierta a todos para el desayuno, uno de los cuatro que estuvieron durante todo el año. Percy nunca fue una persona matutina, ni una persona vespertina, ni tampoco una persona de día o de noche, por lo que, como era de esperar, era solo un cubo de sol todos los días.

Por supuesto, no ayudó exactamente que su día estuviera lleno hasta el tope de actividad todos los días.

Mira, desde la búsqueda de Percy el año pasado, y la posterior traición de su amigo Luke, Percy había estado trabajando duro tratando de prepararse. Incluso desde el principio, se dio cuenta de que las cosas importantes estaban a punto de suceder ... o podría haber sido el hecho de que era un presa fácil en su única pelea real en su búsqueda hasta que se paró en un charco.

De todos modos, después del desayuno, del que se saciaría absolutamente, se fue a los establos a practicar montar a Pegaso con Silena Beauregard, en lo que era bueno, aunque lamentablemente nunca pudo domesticar adecuadamente a un Pegaso; tuvo que pedir prestados los que no usaba y nunca les gustó, probablemente porque hablaba con ellos. De todos modos, una vez que terminaba, normalmente era alrededor del mediodía.

Percy, en este punto, fue a jugar voleibol con algunos niños de Apollo, lo que disfrutó, o trabajó en el trabajo escolar que Chiron le había dado para hacer.

La mayor parte era trabajo de libros, porque el centauro siempre estaba ocupado siendo el Director de Actividades, y la mayor parte Percy tenía que conseguir ayuda. Por lo general, podía confiar en algunos de los niños mayores de la cabaña, pero si no lo sabían, se dirigía directamente a Chiron, quien siempre lo ayudaba.

Fue en esos momentos que Percy deseó haber telefoneado a Annabeth, la hija de Atenea con quien Percy se había hecho amigo y luego aparentemente perdió como amiga por... algo. Percy no pudo entenderlo. Parecían ser buenos términos, pero Percy sabía que ella le estaba ocultando algo, al igual que él le estaba ocultando algo, así que hubo una desconexión. Sin mencionar que a los semidioses no se les permite usar teléfonos; lo más cercano que tenían era el correo. Además de eso, podría haberle enviado un mensaje a Iris, pero con la cantidad de veces que necesitaba ayuda, lo habría arruinado en unos pocos días, así que se abstuvo porque tenía otras opciones. Percy también podría haber usado un Instant Messenger, pero no tenía ningún tipo de acceso a Internet, así que correo. Annabeth nunca respondió a las cartas que envió.

" Gracias, Annabeth, realmente estoy sintiendo esta gran conexión entre nosotros ..." , pensaba a menudo para sí mismo, pensando en su negligencia.

De todos modos, después de ese pequeño descanso, Percy solía practicar el combate con espadas con el matón del campamento, Clarisse, hija de Ares. En términos de combate con espadas, Percy generalmente la vencía, pero Clarisse definitivamente era mejor con una lanza y también con cualquier otra arma. Percy definitivamente tenía una ventaja clara sobre ella con una espada de una mano, pero eso era todo.

De todos modos, no era como si los dos tuvieran alguna razón para no pelear; durante la búsqueda de Percy, básicamente se había enfrentado cara a cara con su padre. Si bien Percy sabía que no venció al dios de la guerra, Ares concedió el duelo después de que Percy lo engañó. Clarisse solo pensó que Percy ganó, llamándolo suerte tonta.

Percy se aseguró de hacerle algunos cortes adicionales cada vez que ella le decía eso.

Una vez que los dos estuvieron satisfechos dándose una paliza el uno al otro, Percy se fue al bosque por su cuenta. Allí, trabajó junto a un arroyo. Practicó el control de su hidrocinesis, o la capacidad de controlar el agua. Era su mayor ventaja sobre sus oponentes, y menos de cinco personas lo sabían. Sin embargo, Percy no estaba seguro de cuánto tiempo iba a durar. Quirón le había dicho que no le dijera a nadie, pero los otros campistas definitivamente sabían que algo estaba pasando.