Capítulo 1

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Violeta.

Hoy me levanté temprano, es el primer día de mi último año de colegio, no puedo permitirme llegar tarde, mis padres me matarían. Cepillo mis dientes y me doy una buena ducha para después salir de mi habitación, e ir al comedor en la planta baja.

—Buenos di… —detengo mi saludo porque no hay nadie que lo escuche. 

«No sé por qué me sorprendo».

Me dirijo a la cocina y allí si encuentro compañía.

—Buenos días mi niña.

Esta persona no es mi madre o mi padre, es mi nana; su nombre es Lorena, ha cuidado de mí desde que tengo memoria y la quiero como si fuera parte de mi familia.

«Ella hace mejor el papel de mi madre».

—Buenos días Nana —Le respondo con una gran sonrisa y me siento sobre la isla que está en medio de la cocina.

—Mi niña, por favor, bájate de allí y utiliza una de las sillas, ya te serviré el desayuno. —Me pide mientras continúa cocinando, sin verme, sabe que subirme a la isla es una de mis costumbres, así que sabe que lo hice sin siquiera mirarme. 

—Está bien Nana —Le respondo y tomo asiento para esperar mi desayuno.

—¿Y mis padres? —. Le pregunto.

«Como si no supiera cuál será su respuesta».

—El señor Hernán salió muy temprano para la empresa, tenía una reunión importante y la señora Catalina tenía una cita en el club —me responde Nana.

Imaginé que sería algo por el estilo; mis padres siempre están ocupados y pasan muy poco tiempo en casa.

La familia de mi padre, Hernán Cortés, es dueña de una importante empresa naviera,  es dueña de varios barcos de transporte de carga, además, de un puerto privado, desde que mi abuelo falleció mi padre se ha encargado de esta empresa y le dedica mucho de su tiempo, por no decir todo.

Mi madre, Catalina Martínez de Cortés, es parte de un club privado, más que eso, es la actual presidenta del mismo, en él se reúnen muchas de las esposas de los empresarios destacados de la ciudad, también sirve como un hotel para invitados importantes y socios de negocios de las miembros afiliados. En pocas palabras, es un centro de reunión para personas con dinero.

—Entiendo, los dos tienen compromisos importantes. —Respondí.

—Pues sí, mi niña. —Me respondió   Nana con una sonrisa.

—¿Estás emocionada por tu primer día de clases? ¡Este será tu último año! —. Me pregunta con mucha emoción.

—Sí, ¡estoy muy emocionada! —. Respondí con alegría.

—Tienes que terminar de arreglarte —me recuerda—.¿Camilo pasará a buscarte?

Esas palabras me dejaron fría, Camilo había sido mi novio desde hace casi cuatro años, un amor inocente entre niños que se convirtió en una relación muy especial y formal, una historia digna de un cuento o eso creí…

—No —respondí con naturalidad—,hoy Javier me llevará.

Javier es nuestro chófer así que no sería algo extraño para Nana que el fuera mi transporte.

—Oh, ya veo. —Me respondió sin disimular sus dudas, pero no me hizo más preguntas y se lo agradezco.

Nadie en mi familia está enterado de que Camilo ya no es mi novio, se cuál será su reacción y no estoy lista para eso

Terminé de desayunar y subí a cambiarme. Cuando terminé, bajé, me despedí de Nana y me reuní con Javier que ya me esperaba.

A partir de hoy, pasarán muchas cosas que me permitirán conocerme a mí misma, me llamo Violeta Cortés; les doy la bienvenida a mi vida.

Entre Dos Corazones Rotos (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora