CAPÍTULO 18

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Maia.
El sonido de una llamada me distrae en mi tarea de limpiar mi cuarto; me acerco a mi laptop - que hasta hace unos minutos reproducía música - y veo que es una llamada por Skype de Leo.

Acepto la llamada y lo primero que aparece son los ojos de Liam, sus inconfundibles ojos azul verdosos con toques grises, si, un cóctel de colores.

-Bonjour à toi, belle dame - me dice con un perfecto acento francés

-Bonjour à toi, bel homme - le respondo de vuelta

-Veo que alguien ha estado practicando el idioma, ¿eh? - la voz de Leo se escucha del otro lado - Liam, aléjate un poco que estoy seguro que Mai puede ver cada poro

-Pero si soy una maravilla para admirar

-Creo que tu ego se roba mi oxígeno - rueda los ojos - hola princesa, ¿qué tal todo?

-Hola, por acá todo bien, ¿qué tal allá? - pregunta

-Amando cada vez el clima de Londres - responde Leo

-Por supuesto, exclamó el hombre que no vive rodeado de analgésicos y pañuelos por culpa de sus malditas alergias - río, lamentablemente Liam es muy sensible a los cambios de clima

-Pero no lloriquees rubita, que aquí tu servidor se encarga de ti cuando te enfermas

-Le doy el punto a Leo - por que es verdad, Leo siempre ha sido el enfermero personal de Liam

-Bien, quédense en su momento de todos contra el guapo Liam, que yo me voy a mi cita

-Sólo bromeamos Li - le digo

-No es broma, él tiene una cita con una señorita misteriosa - me dice Leo al mismo tiempo en que una almohada impacta contra su cabeza

-Bien, pues suerte en tu cita niño guapo - le digo y él me guiña un ojo

-Yo soy la personificación de la suerte - y diciendo eso, sale de la habitación

-Él tiene un gran ego que a veces siento que quita mi aire - ambos reímos - bien, ahora que se fue la rubita, puedes contarle a tu hermano favorito lo que te preocupa

-No entiendo de qué me hablas - frunzo el ceño

-Mai, sabemos que de los dos, Liam es el experto en analizar a las personas, yo hago el trabajo sucio en los negocios

-Tú no haces el trabajo sucio - le digo haciendo una mueca

-Es una forma de sumarle importancia a mi carrera - ruedo los ojos - pero no me cambies de tema, sólo quiero saber que es lo que atormenta a la princesita de la casa

-Ya lo he dicho, no es nada

-Bien, juego de palabras

-Odio ese juego

-Es por que eres mala jugando - se aclara la garganta - El rey Leo dice trabajo

Suspiro - si el rey Leo dice trabajo, la princesa Maia dice esfuerzo

-Si la princesa Maia dice esfuerzo, el rey Leo dice eventos

-Si el rey Leo dice eventos, la princesa Maia dice prestigio

-Si la princesa Maia dice prestigio, el rey Leo dice fama

Una vez más suspiro - si el rey Leo dice fama, la princesa Maia dice periodistas

-Si la princesa Maia dice periodistas, el rey Leo dice prensa - sonríe al ver que ha dado en el clavo

-Si el rey Leo dice prensa, la princesa Maia termina el juego con la palabra acoso.

-Bien princesa, cuéntale al rey tu historia

Entrecierro los ojos en su dirección y él me dedica una gran sonrisa a través de la pantalla - Allison Fernand tiene un gran trabajo que levantó con mucho esfuerzo, su empresa realiza eventos que aumentaron su prestigio, lo que trajo a la fama y la fama a los periodistas. En los últimos años la prensa ha estado como loca a tal punto que su trabajo se convierte en acoso.

La sonrisa de Leo se ha borrado un poco y ahora sus ojos muestran un brillo de preocupación, se acerca más a la pantalla y ladea su cabeza.

-¿Es por eso que casi rechazas su propuesta?

-¿Ella te lo dijo?

-No, quien me lo dijo que Anette - frunzo el ceño y luego capto lo que me quiere decir

-Jace se lo dijo a ella, ¿cierto? - asiento - eso quiere decir que te dijo lo otro ¿no? - niega

-Ella me dijo que sospechaba que algo había pasado, más no me dijo que fue lo que pasó - deja caer su espalda en el respaldo de su silla - ¿quieres contarme?

-Yo... me estaba desahogando con él, hubo un momento en que su cercanía fue... demasiado... ¿abrumadora?, lo único que podía ver eran sus ojos color miel y después... lo besé

-¿Por impulso? - no respondo, la verdad he estado preguntándome si lo hice por impulso o por algo más, pero no llego a una conclusión - Dime una cosa Mai, sinceramente, ¿sientes algo por él?

-No - respondo inmediatamente

-¿Me estás diciendo que el hecho de que hayas respondido rápidamente como una niñita tratando de cubrir su mentira, es responder con sinceridad? - me da la misma mirada que mi madre cuando mentía por querer cubrir a Eiden cuando hacía una travesura

-No... lo sé, no lo sé, ¿okay? ¿Contento?

-Más que satisfecho - sonríe - ¿sabes qué es lo peor de mentir? - niego - que no lo haces para tratar de convencer a los demás, lo haces para tratar de convencerte a ti mismo

-¿Experiencia propia? - asiente

-Años tratando de convencerme de que ya no había sentimientos de por medio, cuando en realidad nunca dejé de amarla

-¿Amarla? - él asiente - ¿no es esa una palabra muy grande?

-Es corta a lo que siento por ella - me da una sonrisa tímida - ¿sabes qué es lo que harás?

-No, pero sé lo que no tengo que hacer

-Bien, éxito princesa Mai, por que la suerte es para los tontos

-Liam dijo que era la personificación de la suerte - le respondo divertida a lo que él suelta una carcajada

-Es por que él es la personificación de los tontos - está vez es mi turno de reír - no temas princesa, todo estará bien

Una sensación extraña se instala en la boca de mi estómago, un escalofrío recorre mi espina dorsal y mis manos empiezan a cosquillear al escuchar aquella frase. Es como si ya hubiera escuchado esa misma frase en un contexto diferente, un deja vú.

-Bien princesa, el deber me llama, tengo que dejarte. Me saludas a todos y un beso para mis chicas favoritas - frunce sus labios en un beso y yo lo imito

-Adiós Leo - cuelgo al video llamada y sonrío

No hay que temer, no hay que temer, todo estará bien.

Enamorarse no es un delitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora