xɪx. ᴘʀɪᴍᴇʀᴏs ᴀɴᴛᴏᴊᴏs

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Con sus novias embarazadas, Serkan y Engin se sentían en las nubes, el saber que en el vientre de la mujer que amaban estaba creciendo una vida, una parte de cada uno, los hacía sentir en extasis.

Sabía que todos en art life se preguntan qué pasaba con ellos y porque sonreían como idiotas todo el día, Piril los había descubierto más de una vez encerrados en la oficina de Serkan buscando cosas de bebés en línea y Eda los había encontrado leyendo un manual para embarazadas la última vez que fue a visitar a su novio a su empresa.

La parte más difícil para ambos era ocultar el embarazo, sabían que los primeros tres meses eran de cuidado y preferían mantenerlo para ellos, aún así no era fácil para ninguno de los dos  porque querían gritar a los cuatro vientos que iban a ser papás.

-¿Es increíble, verdad?. - le preguntó Engin a su mejor amigo mientras observan a Piril y Eda conversar animadamente en el jardín de su casa, ese sábado se habían juntado para almorzar y llevaban casi toda la mañana ahí.

-Lo es. - respondió mirando a las chicas frente a ellos con una sonrisa cariñosa, para luego posar su mirada durante más tiempo en Eda y ampliar aún más su sonrisa cuando la vio poner su mano de manera inconsciente sobre su pancita, acariciandola suavemente mientras hablabla, con Sirius a sus pies durmiendo, el se había vuelto más protector con ella y ambos estaban seguros que entendía que una vida estaba creciendo dentro de ella. - Nunca me vi siendo papá y ahora solo quiero que los meses pasen rápido para tener a mi bebé entre mis brazos.

-Eda te cambio la vida. - comentó Engin mirando a la novia de su amigo. - Ella es todo lo que necesitabas.

Serkan asintió. - La mejor decisión de mi vida fue ir a Londres.

Engin río. - No puedo estar más de acuerdo, hermano.

-¿Y que me dices de ti?, cuando me fui no te animabas a invitar a Piril ni siquiera a almorzar y ahora tienen un hijo en camino.

-Sabes que he estado enamorado de ella por años. - murmuró. - Simplemente ahora me atreví.

-Me alegro por ustedes. - le dijo Serkan con sinceridad. - Ustedes son mi familia.

Engin sonrió, interiormente sorprendido con la facilidad con la que Serkan expresaba sus sentimientos ahora. - Hablando de familia, ¿Eda ya sabe cuando ira a Londres?.

-En dos o tres semanas. - respondió Serkan. - Cuando cumplamos los tres meses.

-¿Vas con ella?.

-Por supuesto. - respondió con rapidez. - Somos un paquete de tres ahora.

-Me alegra oír eso, hermano. - le dijo con sinceridad. - Tu más que nadie merece ser feliz.

Serkan sonrió y miró nuevamente a las chicas que los miraban fijamente.

-¿Qué pasa?. - les preguntó alzando una ceja.

-Tenemos hambre. - respondió Eda con un puchero exagerado. - Nosotros cuatro tenemos mucha hambre. - dijo apuntando también a Piril y su pancita.

Engin río. - ¿Quieren que comencemos a preparar la carne?.

Piril negó. - Ya no quiero carne, quiero spaguetti a la carbonara. - le dijo con una sonrisa. - Y también quiero un poco de melon.

Serkan frunció el ceño ante la rara combinación, pero no protesto entendiendo que las embarazadas tenían antojos. - Entonces iremos a comprar eso. - dijo mirando a su amigo que asentía.

-No. - negó Eda. - O sea, yo no quiero eso, Serkan. - dijo con exagerados ojos de cachorro.

-¿Y que quieren ustedes entonces?. - le pregunto curioso.

ᴀғᴛᴇʀ ʟᴏɴᴅᴏɴ [ᴇᴅsᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora