Hacia mucho frío en el dormitorio de chicos en la torre de gryffindor, culpa de un pequeño Peter, las ventanas estaban rotas y la jefa de la casa les prohibió arreglarlas como castigo, ya era quinta vez ese mes.Aquello no era problema para los chicos, incluso lo encontraron divertido, al menos tres de ellos, porque en lo que concierne a Remus Lupin era sin duda un castigo, la luna llena había sido hace poco, aún dolía su cuerpo de once años, se sentía enfermo y el frío solo hacía doler más sus nuevas cicatrices.
Todo eso paso por alto para Peter y James, pero no para Sirius, apesar de siempre parecer despreocupado y demasiado cool, tenia un ojo en Lupin en todo momento, algo había en su nuevo compañero y amigo que sacaba su lado protector.
La noche los cubría y ronquidos sonaban, ronquidos y el sonido de dientes al tiritar de frío.
-¿Remus estás bien?
El joven Black con su insufrible insomnio crónico notó que aquel sonido venía de la cama de al lado, de ese bulto que parecía mucho más pequeño. Al no tener respuesta se levantó tomando una de sus frazadas, la puso sobre las otras y descaradamente se metió en la cama de su compañero.
-Si...Sirius...¿Que haces?...estas en mi cama...
Solo llevaban unos meses de conocerse, la amistad había nacido de inmediato y natural, pero no al punto de dormir en la misma cama.
-Mueres de frío y no me dejas dormir.
Era mentira, no quería admitir su preocupación, aunque tal vez su voz lo hacía notar un poco.
Lo acurrucó notando sobre el unos grandes ojos color miel llenos de preguntas, gratitud y extrañeza por la amabilidad, pero no dijo nada, solo se apegó al pecho que parecía enorme, tan cálido y confiable.
-Si cuantas que te abracé lo negaré, los Black no abrazamos
Estaba demasiado oscuro bajo las mantas como para que Remus notara el sonrojo en las mejillas de Sirius.
Tras unos minutos solo el sonido del viento se oía junto a el latir de ambos corazones de niños y la respiración tranquila del licantropo al quedar profundamente dormido.
...
Habían pasado muchos años desde esa noche, muchas cosas entre ellos, amor, odio, pena, traición, la más profunda soledad, doce años en prisión...
Pero una noche igual de helada que esa, un maduro Sirius Black se metió a la habitación donde se quedaba Lupin en Grimmauld Place.
-¿Moony estás bien?
Lleno de dudas se acercó a la cama y el bulto en ella, este aún despierto no respondió, solo se giró cuando el contrario se metió en la cama.
-Mueres de frío y no me dejas dormir...
Se excusó de inmediato esperando no ser echado, pero al contrario de sus pensamientos, el hombre lobo le abrazó como hace tantos años, refugiándose en ese pecho que siempre encontraría enorme, cálido y nuevamente confiable.
-Prometo no decir a nadie que me abrazaste, los Black no abrazan,¿No?
Remus siempre sentía frío, excepto en los brazos correctos.
Lo que nadie sabía era que Sirius esta vez era el que moría de frío y necesitaba los brazos correctos.
~Créditos del fanart a quien corresponda.
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Cold Night
FanfictionNoches frías, recuerdos de niñez. Un pequeño y dulce Wolfstar para el corazón.