Haikyuu - One Shots

Gérmenes - Sakusa Kiyoomi

—Amiga, ¿Cómo es que puedes estar enamorada de él?—Señaló discretamente a la estrella de nuestra escuela.

—Simplemente pasó, desde que me volví manager del equipo caí ante sus encantos.—Suspiré mientras lo veía.

—¿Encantos?—Bufó.—El te ve con cara de asco cuando te acercas a hablarle y eso que es tu novio.—Se exaltó ante lo último dicho, sin embargo continuó.—solamente acepta las botellas de agua que le das y eso porque las desinfectas.

—Eso es lo que me gusta.—miré a verla.—Quiero casarme con él algún día, aunque...—mi voz salió un poco baja.—Hay veces en los que quisiera que me hablara con un poco de amor.—Sonreí.—Lo lograré, haré que suceda.

—Sabes, si o fuera tú daría por terminada esa relación.—su mano fue directamente a mi hombro.—Sinceramente solo veo como tú haces todo por él, pero, ¿el te trata igual?

—Es... es complicado, su enfermedad...

—Su misofobia no le impide hablarte con cariño o al menos besarte.

—Si lo hace.—mentí.—Cuando estamos solos.

—No te entiendo.—Tomó las bandejas de ambas sin alimento en ellas para colocarlas en el lugar correspondiente.—Vamos, conseguí el desinfectante en spray que me pediste.

Me levanté animada, salté a sus brazos y comencé a dejar besos en sus mejillas.

—¡Gracias! Ahora acompáñame al entrenamiento de los chicos, hay algo más en lo que me tienes que ayudar.—tomé su mano y la jalé a los vestidores.

—Espera... ¿por qué presiento que esto terminará mal?—la escuché susurrar, pero decidí ignorarla.

(...)

—Por el día de hoy estarás a cargo de vigilar a los chicos, tengo una reunión con los maestros.—El entrenador salió por la puerta del gimnasio mientras me recitaba todo.

Akira salió detrás de su escondite, se acercó a mi al mismo tiempo que los jugadores calentaban a unos cuantos metros de nosotras.

—Ten listo los spray's, le llevaré su toalla a Kiyoomi.—Hablé y ella solo asintió no muy convencida.

En el momento que me dirigí a él, iba entregando las toallas a los demás miembros para que las tuvieran en un lugar específico, así mismo los iba saludando.

—Omi.—Estiré mi mano entregándole la tela.—Está completamente desinfectada, como te gusta.—Sonreí.

—Ya te dije que no me llames así (T/A).—Tomó la prenda para después rosearla con un spray de bolsillo y colocársela en el hombro.

—Oh, vamos, ya llevamos un año de novios y aún me llamas por mi apellido.—hice un puchero.

—No hagas eso, no te queda.—Aunque estaba acostumbrada a escuchar ese tipo de comentarios sentí una molesta opresión en mi pecho, la plática con Akira me había dejado pensando.

—Lo siento.—regresé con mi amiga.

—¿Aún quieres seguir con tu plan?—Me miraba fijamente tratando de descifrar mis expresiones.

—Sí.—Hablé segura, más por la decisión que tomaría después de lo que fuera a suceder.

Ambas nos fuimos detrás de las gradas para que ella me echara desinfectante por todo el cuerpo, quería abrazarlo, y esta era la manera de hacerlo.

Regresamos a las bancas y cada vez que el y su primo hacían un excelente trabajo los animaba al igual que al resto, sin embargo el era el único que no me tomaba en cuenta.