EL SUEÑO DE ODELIA

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ODELIA

Siempre tuve mi propia idea de saber lo que era un sueño en base a lo que mi padre me había contado. Creía que era algo que no podía realizarse completamente como quería, y solo podía parcialmente realizarse a como lo ideé. Pero ahora, puedo saber que incluso no es así. Lo único que puedo hacer como persona es esforzarme por seguir avanzando y, aún así el sueño que siempre guardé en mi corazón jamás llegará a cumplirse.

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Los días en la Legión se habían mantenido poco activos debido a la espera de aprobación para realizar una nueva expedición luego de haber logrado eliminar a los titanes fuera de las murallas por completo. Erwin más que nadie esperaba por ese momento, por lo que estaba más estresado que de costumbre, y a los líderes de otros grupos —felizmente encontrándome entre ellos—, esperábamos por la orden de Erwin, pero lo único que nos faltaba era la ausencia de cierta persona en la habitación.

—Hace frío —murmuré mientras me recargaba en la madera del escritorio, los demás solamente se reían junto a mí, o eso esperaba que fuera así.

—Tienes razón —contestó Erwin mientras continuaba corrigiendo todas sus ideas y propuestas para la siguiente expedición.

Cuando menos me di cuenta, el capitán Levi había llegado a la habitación junto a sus dos mejores amigos y seguido por Hange, quien estaba emocionada hablando con mi hermana y Moblit acerca de sus ideas para la nueva expedición.

—¿Están listos para iniciar? —preguntó Mike a todos los miembros de la habitación.

Antes de que todos contestaran al unísono que sí, sentí mi cuerpo flaquear al contactar con la mirada impasible del azabache sobre mí. Gracias a que estaba sentada, solamente incliné la cabeza como forma de saludo, de la misma manera él respondió a mi acción.

Tras la desaparición de mi hermana tiempo atrás, Levi fue una de las personas que más se dedicó en ayudarme a encontrarla y, afortunadamente, pudimos encontrarla en el mismo pueblo al que pertenence Connie. Fue también una gran sorpresa que ella hubiera estado viviendo con la familia Springer. Ella había escapado de su casa cuando decidió no seguir aguantando el maltrato que su desgraciado e imbécil esposo le dió el tiempo que estuvieron casados. Tanto Marie como yo nos encargamos un poco de él cuando lo encontramos y finalmente fue enviado a prisión por violencia y le cedieron tanto la mitad de sus ganancias anuales como la separación a mi hermana. Fue una gran victoria para mi amada Wanda poder deslindarse de ese matrimonio y, a pesar de la pésima manera en que tuvo que aprender a defenderse, ahora es feliz de regreso con nosotros y también visitando seguido a la familia Springer.

Entonces, desde aquella vez, he estado más que agradecida con Levi por su apoyo moral y físico en el tiempo que estuve tan preocupada por mi hermana. Todo ese tiempo junto a mí me demostró aquella faceta que desconocía y que, inesperadamente, me hizo cambiar mí opinión sobre él y adentrarme más en su personalidad. Por supuesto que no era el mejor hablando de temperamento, pero era fiel a sí mismo y a sus seres queridos; lo que creía que tenía de orgullo era simplemente miedo y preocupación por sus amigos cuando ingresaron a la Legión por otras causas poco legales, pero ellos demostraron un gran cambio cuando Erwin sacó a la luz el plan de Lobov y la propuesta de darles un asilo permanente en la supericie si ellos decidían dar sus fuerzas a causa de la libertad de la humanidad. Isabel fue la primera en querer aceptar gustosa, pero ambos como un buen equipo —o incluso familia— lo hablaron en conjunto, dando finalmente una respuesta unánime.

—¿Cómo te encuentras, Odelia? —aquella voz grave junto a mí me hizo dar un salto en mi asiento que casi me caigo, pero fui más rápida para reaccionar y reincorporarme luego de llamar la atención de todos—. ¡Mocosa, estás bien?

Orgullo, Prejuicio Y Titanes (Levi×Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora