La Mariposa Cósmica

Capítulo 142: ¿Uzui o Ziros?

Pov 3ª Persona 

Los dos guerreros se enfrentaban a grandes velocidades soltando cortes fusionados de flamas y notas musicales, en el que dicho conflicto no dejaban crear ondas expansivas, un choque tan frenético que las personalidades de ambos estaban en un continuo conflicto. Era cierto que Uzui sabía de la diferencia que entre los dos poseían, no obstante no se detenía en ningún momento, la presión que ejercía era tal que el campo de batalla se convertía en víctima de explosiones y llamas demasiado potentes, aunque la superioridad del arcángel con su barra se anteponía a él, en cualquier situación la expresión no cambiaba de una sonrisa o era alterada su calma.

--No eres nada malo Uzui Tengen, me has demostrado que los mortales pueden ser algo más que guerreros simples capaces de enfrentarse a los dioses. Sin embargo...sigues siendo muy frágil, y tienes muchas debilidades en tu cuerpo, me decepcionas.--Admitía el ojiescarlata bastante sonriente, en el que formaba "Puño Volcánico-Ojos de Lobo", en el que sin previo aviso lanzó una simple estocada con la barra mientras mantenía la lluvia de cortes, pero que al mismo tiempo creó pequeños bombardeos en el cuerpo de Uzui sin ninguna expresión. Seguidamente el arcángel se fue acercando con dos dragones de llamas a cada lado, que en un momento dado fueron dispersados al cuerpo del pilar, esperando su muerte al fin al ver que ya no tenía caso seguir hiriendo a un cazador demasiado vulnerable.

--¡No digas tonterías, aún si mi cuerpo es destruido...me molará saborear tu sangre como la albóndiga que eres!--Recibía de lleno los dragones cortando a través de ellos mediante el uso de su segunda postura para atravesarlos con una defensa perfecta, evitando así dicho contacto. Aún así la sangre chorreaba por su boca, los músculos de sus piernas y brazos, además de algo del traje de cazador destruido, pero al contrario una sonrisa se vio venir en su rostro, no iba a ceder en lo absoluto ante aquel ser celestial. Su respiración se volvía agitada, más sus ganas de continuar le hacían dar más allá del límite, y por eso decidió poner en práctica su plan, agarrando bombas desde sus pantalones y lanzándolas por todo el campo de batalla, que al contacto con el suelo explotaron y liberaron una gran nube de polvo que serviría de lleno para acercarse y ejecutar diez cortes giratorios desgarradores.

Parecía que Uzui tenía el control de la batalla, pero no fue así, porque tras disiparse la nube de humo el pilar del sonido había sido atravesado por la barra flameante del arcángel totalmente recuperado e ileso, sus ojos brillaban como la luna carmesí y el poder relucía más fuerte que nunca. La estrategia del pilar del sonido había fallado, y como prueba su estómago fue perforado sin ton ni son, la habilidad del ser celestial estaba muy por encima de los estándares que se esperaban, y había sido la ineptitud del propio shinobi que lo llevaba a su fin.

--Me gustaría decirte que me ha gustado el combate, pero esta batalla no has sido más que un aperitivo, me causa tanta lástima que no seas tan fuerte… posiblemente si recibes un milagro podrías sobrevivir, pero dudo que puedas anteponer mi capacidad monstruosa a tu resistencia frágil e incompetente. Al ser herido por mí has recibido un veneno letal en tu cuerpo que crece como una llama, y supongo que tu respiración te ayuda a mantenerte cuerdo, pero si no te has dado cuenta eras más veloz y más preciso que ahora, y en segundos recibirás el castigo de enfrentarte a Izanami.--Admitía el ser celestial sacando el arma de su cuerpo, pero que si bien había sido efectivo, un corte en cruz totalmente desgarró el cuerpo propio del pelirrosa sin darse cuenta, ¿cómo había logrado hacer tal hazaña después de ser herido tan letalmente? Reconoció su habilidad en cuando la vio, simplemente increíble, no podía dar crédito de aquello y podía considerar a aquel cazador como la excepción, un humano hijo de un comandante demonio que destacaba sobre el resto, alguien que le emocionaba. Asimismo tampoco podía dejarlo vivo, por eso no dudó en lanzar esferas de fuego con una alta temperatura hacia él desde diversos lados desapareciendo de su ubicación en un gran destello, demostrando la rapidez que poseía.