¿Hasta donde podrás llegar?

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16 de febrero.

Sintió un tic en el ojo, acompañado de la pesadumbre de un mal presentimiento. Se había dejado llevar, había actuado sin pensar y ahora las consecuencias podrían ser terribles. Pasando una mano por su cabellera rojo fresa, soltó un suspiro pesado.

—Pero si es el gran Akashi Seijurou.. —Sus iris dispares vieron a la joven de cabello rosado que se balanceaba sobre los talones y las puntas del pie como meciendose— creiste que no te noté?

—Como prefecto no puedo tolerar que vuelvas a incumplir las normas —respondió con solemnidad.

—Y qué vas a hacer si violo las normas? —sonrió pícara y se acerco despacio, como una serpiente reptando, procedió a acomodarle la corbata— voy a recibir un castigo?

—Creo que ya tuviste suficiente con Riko de Huflepuff.

—Y tú? Quien fue la afortunada de nalguearte?

El pelirrojo rodó los ojos y se quitó sus manos de encima, sentándose en el sillón de piel escamosa con un talón sobre la rodilla opuesta. Momoi no tardó en ocupar el lugar a su lado, inclinándose sobre él.

—La conozco? Como se llama? Cómo llegó a gustarle a nuestra estrella? Al estudiante cuyo apellido de Sangre Pura se remonta a la prehistoria?

—Como lo haces? —Sus rosados ojos brillaron curiosos— tu novia no es mitad muggle?

—Así es. Su madre es humana y su padre es director del colegio de Magia y Hechicería mas importante del mundo.

Pasó los dedos por su túnica, como si estudiara la tela o la forma en que está doblada y le quitó un cabello castaño de encima. Lo observó con frialdad y sonrió con malicia.

—Una castaña muggle?

—Así que tus padres la aceptaron porque es la famosa Riko Aida, la hija de Kagetora?

—Supongo.. Aunque de todos modos no haría caso si me dijeran algo.. —Se puso de pie de un brinco, dándole el cabello como si le confiara una importante posesión, él lo recibió con un gesto dulce— pero debe ser difícil para alguien en una posición más alta que la mía.. No?

Le dio un golpecito en el hombro a modo de apoyo y se alejó, Akashi se quedó viendo aquél cabello durante un largo rato, e incluso cuando fue a su habitación en busca de los libros del día no lo desechó, sino que lo metió en un pequeño cofre sobre una mesa.

La cama que fue escenario de su íntimo abrazo nocturno estaba prolijamente hecha, aún podía imaginarse al castaño cubierto bajo el cobertor si dejaba fluir su imaginación, pero la posibilidad de serenidad se perturbó por la intrusiva presencia de una carta.

No necesitaba apreciar de cerca el sello rojizo para reconocer el emblema Akashi en ella. Quiso volver sobre sus pasos y pretender que no había notado la carta de papel beige sobre las telas verdosas, pero caminó con firmeza hacia ésta y suprimió sus deseos como siempre lo había hecho.

Poseía una caligrafía cursiva exquisita, como olas dibujadas con suma delicadeza. Sus vocales pequeñas y ligeros detalles cuidados le dijeron que estaba escrita por su madre, en especial por el encabezado.

"Querido Seijurou:

Espero que te encuentres bien durante tu nuevo semestre, lamento no haber escrito antes pero los acontecimientos no cesan en la Mansión Akashi, como bien sabes.

¿Evaluaste la recomendación de tu padre?

Él se preocupa por tu futuro y esto te beneficiará a largo plazo, deberías considerarlo.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2022 ⏰

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