Mi Pequeño Dios (MinSung)

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Pov Jisung.

Sonrojado caminé hasta donde mi papá me llamaba.

-¿Jisung, dónde te habías metido?- Preguntó mi padre mirando mi cuerpo para ver si estaba dañado o algo

-Estaba... En el museo de las reliquias- Murmuré aún algo distraído por el beso de Minho, acaricié suavemente mis labios sintiendo un cosquilleo en los mismos y en mi estómago.

-¿Te sucede algo?- Preguntó viéndome extraño.

-No- Sonreí para caminar a la sala principal del Olimpo- ¿Dónde está Jeongin?- Pregunté.

-No lo sé, pero te quiero presentar a alguien, bebé- Mi padre tomó mi mano para guiarme al centro del Olimpo donde la gente charlaba y conversaba.

-Jisung, él es Jiho- Me presentó mi papá a un dios que era más alto que yo y tenía una bonita sonrisa, aunque el aura amarilla que cargaba me encandilaba un poco... Me gustaba más la de Minho.

-Un placer, Jisung, tu padre me ha hablado mucho de ti- Saludó tendiéndome su mano.

-Igualmente...- Murmuré tímido, siempre lo era con las personas que no conocía.

-Jiho es un Dios Guerrero, te lleva solo 8 años y es muy famoso por aquí- Habló mi padre, enseguida entendí que estaba buscando emparejarme con él.

-Papá- Lo miré incrédulo.

-¿Qué?- Sonrió inocente.

-¿Quieres que vayamos a caminar Jisung?- Preguntó Jiho tendiéndome la mano, yo nervioso miré hacia donde se encontraba Minho, él estaba hablando con Felix, pero de vez en cuando me tiraba algunas miradas.

Luego miré a mi padre que me miraba esperanzado y suspiré rendido, ¿Qué se supone que haga?

Rendido tomé la mano de aquél dios y nos llevó a los jardines del Olimpo, donde debía aceptar que el ambiente era hermoso.

-¿Cuántos años tienes Jisung?- Preguntó Jiho caminando a mi lado.

-15 años, ¿Usted?- Pregunté ignorando su mirada mientras miraba mis pies al caminar. Sabia cuantos años tenía, por el dato que mi padre me había dado anteriormente, pero realmente no quería estar en silencio, y menos con su presencia.

-24, no soy un Dios tan longevo- Sonrió en broma, yo entonces lo miré sin saber si tomármelo bien o mal.

-¿Qué tiene de malo ser un Dios longevo?- Pregunté curioso.

-No creo que tenga algo de malo, solo digo que la mayoría ya están casados y eso- Murmuró encogiéndose de hombros.

Minho no está casado...

-¿Y qué te gusta hacer en tus tiempos libres?- Preguntó interesado.

-Solo... Sembrar y cultivar... Es lo que hago desde que tengo memoria- Hablé aburrido ya de esta conversación.

-Se nota que tu padre te quiere mucho- Habló Jiho, lo miré por sus palabras.

-¿Por qué dices eso?- Pregunté curioso.

-Pues... Te protege mucho, creo que quiere que seas un Dios respetable como Bangchan o algo ahí- Habló mirándome- Y creo que por eso busca alejarte del Dios Minho- Paré mi andar por sus palabras.

-¿Qué tiene de malo Minho?- Cuestioné ya algo enojado.

-No creo que sea un buen Dios... Se la pasa en el Infierno haciendo... Nada, y siempre que viene a una fiesta en el Olimpo, la arruina para alguien, parece que esta vez le tocó a tu padre- Explicó.