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  —¡Lara!— gritó Lana.

Al no recibir respuesta volvió a hacerlo.

  —¡Lara!— se decidió por subir las escaleras hasta la habitación de la susodicha.

Lana miraba con desesperación su reloj de muñeca a la vez soltaba un gruñido de frustración.

Eran las cinco de la mañana y su hermana aún seguia envuelta en la sábanas en su cama.

—¡Lara Ann Jones, es la última vez que gritó tu jodido nombre!

Lara no se inmutó, aún seguia envuelta y hasta roncando más fuerte lo que hizo que su hermana se enfureciera. Caminó a paso rápido al baño, mojó una toalla pequeña en agua y luego se dirigió a la chica desfallecida en la cama.

  —Sino despierta con esto tendré que utilizar el plan B— soltó la chica con malicia.

Lana lanzó con fuerza la toalla en sus manos hacia el rostro de su hermana, la cual no tardó en levantarse como loca.

—¡No! ¡No te comas mi cara!— gritó corriendo por la pequeña habitación.

—¡Lara! ¡Oye, para!— también gritaba su hermana entre risas.

—¡El pulpo sé come mi cara!— volví a gritar— ¡Ayuda!

—¿Un pulpo?— río.

—¡Policía marina ayuda!

—¿Policía marina? Okey, Lara, ya para solo es un trapo mojado, niña— su hermana se acercó a la escandalizada entre risas.

—Oh gracias a Dios— suspiro una vez sin aquel trapo en su cara— Creí que pulpleito se comía mi cara...

—¿Pulpleito? Lara, ya estás grande para ver Pecezuelos— le regaño en desaprobación su hermana.

Lara hizo un gesto incrédulo llevándose una mano al pecho falsamente ofendida— ¿Yo? Si tú eres la que te la pasas viendo Barbie.

—¿Que? No, estás loca— negó la acusada.

—Y Blancanieves, toy story...— hizo señas contando con sus dedos—... Marta habla...

—Okey okey, ya para please— le dijo callando le con una mano la boca.

Y Lara volvió a la realidad...

—Espera ¿Que día es hoy?— pregunto.

—Pues es el día— sonrió Lana.

No puede ser...

¡Hoy era el día!

¡Es hoy! ¡Es hoy!— comenzó a gritar nuevamente.

—¡Ya párale a tus gritos!

—¡No puedo! ¡Es hoy!— volvio a exclamar en emoción.

—Bien... Tengo una hermana chiflada...— susurró Lana.

Lara la ignoró y corrió a ducharse y alistarse pues tenía que estar temprano el aeropuerto.

—¡Te veo abajo!— se dió la vuelta— ¡Ah! ¡Y el desayuno está en la mesa!

Lara continúo su ritual en el baño, luego prosiguió a vestirse pero no sin antes colocar música.

—¡My universe!— gritó a todo pulmón la canción.

Se trataba de una de la banda Sur coreana más famosa del mundo BTS.

Ella no era una loca fan, pero si le gustaban y todo gracias a su hermana pequeña, Alana.

If You...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora