3 - Salida

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Leila

Azoté la puerta de mi departamento y me deslicé sobre ella soltando unas cuantas lágrimas

―¿Qué es lo que quieres?― gruñí cuando sonó el timbre, pensé que era él pero era la voz de Oli.

Inmediatamente suspiré por mi contestación y por mi estupidez.

―¿Qué pasa Lei?― preguntó atrás de la puerta y abrí haciéndola pasar ―¿Qué demonios te pasó?― dijo asustada y sollocé.

―Soy una zorra― dije abrazándola y me guió hacia el sofá.

―¿Por qué? ¿Qué pasa?― preguntó y la mire bajando la mirada.

―Sé que te vas a enojar― dije avergonzada de mí misma y negó ―Me acosté con el vecino― ella al escuchar eso jadeó tapando su boca.

―¿Qué mierda? ¿Tú? ¿Con el vecino? Puta madre, cuéntamelo todo― dijo emocionada y sollocé.

―¿No lo entiendes? Cogí con el puto vecino― dije y río.

―Por dios, relájate, no te obligo o ¿si?― habló preocupada y negué ―¿Estuvo mal? ¿No disfrutaste?― volvió a preguntar y negué ―¿Entonces cuál es el jodido problema?― preguntó y me quejé.

―Que me encantó y... por dios, no me quiero hacer ilusiones, además yo no soy así― dije mordiendo mi uña y río haciéndome reír también

―Lei, ya es hora de qué dejes de ser una santita para todos y comiences a disfrutar― la mire nerviosa

―Tienes razón, pero aun así fue muy rápido― dije y asintió sonriendo malévola cuando sonó el timbre ―Debe ser él, lo dejé como idiota en el estacionamiento― le conté y jadeó.

―¿Lo hicieron en el coche?― preguntó y asentí yendo a la puerta.

La abrí y ahí estaba Enzo.

―Lo olvidaste en el auto― me habló tendiéndome mi celular y lo tomé nerviosa ―Escucha, acerca de lo que pasó...― comenzó a decir y lo interrumpí.

―Perdóname por tratarte así, estaba agobiada― dije y me miró extraño.

―¿Eres algo bipolar no?― ambos nos reímos ―Te invito a comer― propuso y lo mire dudosa ―Estoy interesado en conocerte― sentí un cosquilleo en mi estómago pero de todas maneras no me moví.

―Pero estoy con mi amiga― le informé e iba a rechazar su propuesta, pero Oli salió de su escondite.

―Yo ya me iba, nos vemos corazón― se despidió besando mi mejilla y le dijo adiós con la mano a Enzo antes de irse.

Que perra.

―Así que...― pregunto y rodé los ojos divertida.

―Okey, está bien― dije y sonrió satisfecho ―Espera un poco, voy por mi bolso― dejé la puerta entreabierta y entre temblando de nervios.

Una vez lista salimos y nos dirigimos a un restaurante de comida internacional cercano, en verdad no había sido tan malo, nos habíamos conocido más y Enzo parecía ser buen tipo.

―¿Entonces nos veremos mañana?― dijo parando frente a la puerta de mi apartamento y asentí.

―Claro, descansa― me despedí y estaba punto de abrir cuando tiró de mi brazo y me atrapó en sus brazos besándome.

―Me gustas― confesó y sonreí entre el beso.

―Eso es bueno― decidí mordí un poco su labio ―Nos estamos viendo― dije y le di un pico rápido antes de entrar con una torpe sonrisa en el rostro.

Ese chico me iba a volver loca.

***

Algunos meses después

―Amiga se va a poner genial, vamos― dijo Oli y negué.

―Tengo planes con Enzo hoy, perdón nena― escuché como Olivia bufaba.

―Solo vas a ir un rato y ya está, incluso hasta puedes invitarlo― intentó convencerme...finalmente asentí, sonaba bien la idea de invitarlo.

Capaz y acepta, no creo que rechace una invitación de su novia.

Si, novia, hace unos meses comencé a salir con Enzo y para ser sincera estábamos muy enamorados, él era un buen novio

―Le voy a mandar un mensaje― le avisé y mi amiga asintió.

¡Hola amor! ¿Quieres venir a una fiesta hoy? 

-Lei

Hola, creí que teníamos planes. 

-Enzo

Bueno, es que...Oli está mega insistente y me dieron ganas de ir, ¿vamos? 

-Lei

Solo unos minutos. 

-Enzo

―Si vamos a ir― le avisé y asintió aplaudiendo

La acompañé hasta la salida del edificio.

―Entonces nos vemos a las 12:00 am en la fiesta, te amo― se despidió para luego salir corriendo.

Nunca entenderé por qué siempre sale corriendo

―Debo declarar que estoy algo celoso, ese novio tuyo te quiere tener a su lado las 24/7― habló Polito y reí besando su mejilla mientras abrazaba su cuello

―No digas estupideces que está semana me la pasé con ustedes de vaga― le contesté y él se hizo el dolido

―Sí, pero porque estaba de viaje tú galán― dijo y reí besando todo su rostro

―No seas celoso honey, te amo― abrazó mi cintura dándome vueltas en el aire

―Me mareas― grite y reímos cuando casi caemos, pero el claxon de un auto nos hizo voltear a la entrada

Él había llegado.

Amor EnfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora