Capítulo 1 -Skyler-

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Skyler Beckhamm

-¡Sky, mi amor!- suena su melodiosa voz detrás del teléfono.

-Hola, hola, - contesto fingiendo alegría, cosa que ya se me hacia fácil. Al momento añado -¿y cuándo de vas?

Nathan iría a Dallas por unos asuntos que tenía con sabe quién, siendo sincera ni le tome atención, como la mayor parte del tiempo.

El soltó una risita... realmente patético, pero tierno.

-Precisamente eso te diría, salgo en una hora, -dijo en el mismo tono de voz de siempre, hostigante- Te envíe un mensaje en la mañana, ¿no lo leíste? -.

¡Genial! Dije entre mi, y al segundo contesté

-Lo siento, no lo vi, pero no hay problema. Solo te espero con ansias. -mentí- Suerte en tu viaje.

Nathan soltó el típico discurso de novio protector "cuidate", " piensa en mi" tremenda tontería, ¿cuanto más lo estaré soportando?

Esa noche tengo planes, saldré con mis amigas a un antro no muy lejos de la gran manzana, cómo lo hacia antes, obviamente antes de conocer a Nathan, antes de la pasaba en los bares, era la dueña de la pista, ¿y ahora? Ni pensarlo. Yo nunca perdí mi brillo.

O bueno, eso es lo que creo.

Llegamos todas juntas en el coche de Tyara. Y rezaba para que no se encontrara un tipo y se enrollará con ella, si fuera así ¡sin imaginar! Nos quedaríamos todas botadas en la calle, que horror.

Entramos al lugar y sin dudas teníamos de donde escoger.

Estaba en la mesa con Andy y Ele buscando presa para mis amigas, obviamente ellas. Nunca le había sido infiel a Nathan en esos dos años, ni pensarlo.

Bailando, sentí unas manos ásperas rodeando mi cadera, no respingué.

Sentía su respiración en mi cabello, agitada y pacífica al mismo tiempo, nada mal. Y ahora...¿qué hago? ¿Me volteo y le sonrió? Carajo, ya no estoy para esto, pero actúe.
Lo hice sin pensarlo, voltee y vi sus ojos cafés. Imposible no mirarlos...

.-¿y qué...- Antes de si quiera terminar la pregunta me plantó un beso, ¿qué chíngados pensaba? sin previó aviso, desprevenida como una niña que le atrancaba un globo de sus manos el aire, pero caramba, ¡que bien besaba! Su lengua rozaba la mía, en forma rápida y brusca, de esos besos salvajes. Mi respiración era agitada, él me agitaba. Sus firmes manos estaban aferradas a mi cintura, cada vez me apretaba más a él.
No tenía el valor se apartarlo, siendo sincera.

No quería que acabara.

Sin decir nada, él se apartó y vi sus finos labios. Tuve la oportunidad de observarlo con más atención; chaqueta de cuero negra, jeans negros, y unos grandes y seductores ojos cafés, hermoso.

Me jaló de la muñeca y lo seguí sin pensarlo dos veces...pero espera ¿qué estoy haciendo? Sólo serán besos. Lo sé. No pasara nada más.

O puede que un poquito más.

A mi defensa, ese hombre era innegable. Estaba ahí, entre la pared y él, por favor, que esto nunca acabe. Sus besos, sus caricias, sus mordidas, me volvían loca. Sus fuertes manos me palpaban todo el cuerpo y yo estremecía cada vez más.

Pasaba sus labios por todo mi cuello, besándolo, bajaba jueguetonamente a mis pechos, y yo, ya no sabía si estaba en el planeta tierra o el cielo.

Salí tambaleando de aquel cubículo, no sabia cuanto tiempo había pasado.
-Esto se repetirá, -dijo con sonrisa maliciosa. -ya no te escapas.
Y sin más salio de aquel baño.

Primer día sin Nathan: me acosté (sí es que se podría decir así, por que en ni un momento nos acostamos en el suelo) con un posible delincuente, y viendo su facha de galán, fácil amanezco con un sarpullido, ¿qué sigue?

¿Será una simple atracción?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora