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Los conejos se habían vuelto demasiado asustadizos como para seguir viviendo en el bosque donde estaban expuestos a cualquier peligro. Por lo que, a decisión de todos ahora eran una nación oculta, fuera del bosque y resguardados de cualquier riesgo.

Es claro que cuando conocieron al hibrido de lobo no pudieron evitar correr despavoridos, temerosos de que ese chico de ojos brillantes diera un paso más hasta ellos.

Sunghoon solo quería reír por ver a tiernos conejitos de estatura pequeña correr de aquí para allá. Mientras su madre empujaba a su novio hasta el centro para que pudiera hablar y mostrarles a todos que ese hibrido de lobo era inofensivo, el azabache estaba nervioso, era muy tímido para hablar, y Sunghoon sabía eso así que dejando su diversión de lado intento acercarse a él para calmarle, hasta que una pequeña niña se atravesó en su camino.

Traía un vestido rosado, con su cabello castaño atado en dos largas trenzas y unas orejitas prominentes que salían de su cabecita en el mismo color de su cabello, traía una flor amarilla entre sus pequeñas manitas. Aquella niña con valentía se acercó hasta el alto chico pelinegro y ladeando su cabeza en curiosidad lo examinó de cerca.

Aquellos conejos que se negaban a acercarse perdieron el aliento al ver a la pequeña frente a ese horripilante monstruo que iba a comerla y terminaría atacándolos a todos.

O al menos ellos lo veían de esa forma porque Jake era un tierno lobito de cabello negruzco al igual que sus orejitas triangulares esponjosas junto a su cola, mirada pacifica llena de dulzura y una sonrisa que cada vez que salía a flote lo hacía ver extremadamente tierno.

¿Eres real? preguntó la pequeña con su tierna vocecita.

Jake bajo la vista hasta dar con dos ojitos cafés que le miraban con clara curiosidad, dejando todo nerviosismo a un lado sintió calidez al oírla, amaba a los niños. Y no pudo evitar emocionarse al ver a esa tierna niñita con pecas frente a él.

Asintiendo se hinco a su tamaño, permitiendo que la pequeña tocara una de sus orejas.

Cuando sus deditos rozaron la orejita del lobo esta se meneó, haciéndolos reír a ambos por eso, a Jake le estaba causando cosquillas.

Su cabello era sedoso y bonito, el chico era muy bonito. Pensó la niña mientras acomodaba la pequeña flor amarilla entre su cabello.

¡Eres un tierno lobito! Lido, lindo lobito. dijo con emoción sin parar de acariciar sus orejas.

Jake no podía controlar a su cola que se movía de un lado a otro debido a la emoción de recibir suaves caricias. Si seguía de este modo no podría evitar transformase en un lobo frente a todos para permitir que la niña acaricie su panza.

Sunghoon y su madre miraban la escena con ternura mientras que los demás conejos estaban boquiabiertos por lo que sus ojos estaban presenciando.

¿Qué estaba pasando?

Cuando miraron otra vez el chico lobo ya se encontraba jugando con la pequeña a atraparla, sus pequeñas risas eran lo único que se escuchaba en el lugar. Y cuando fue atrapada entre sus brazos los conejos se volvieron a asustar al escucharla gritar.

Pero esto no era por temor, la niña estaba asombrada por la fuerza y altura de ese lobito para cargarla. ¡Podía mirar todo desde esa altura!

Verla divertirse causo que los demás conejitos pequeños se acercaran al lobo. Ellos querían ser cargados también.

Sunghoon se asombró cuando dos niños más se abalanzaron contra su chico, pero Jake no tenía problemas porque pudo cargarlos a todos.

Al mirar que nada malo estaba sucediendo fue como los demás híbridos de conejo en la mana permitieron que el chico lobo se quedase en su hogar. Después de todo parecía otro niño divirtiéndose con los pequeños.

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2022 ⏰

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My Little Bunny ◇ Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora