Capítulo 2.

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- Te lo digo Jason con ese auto conseguiremos más chicas este año.

- Y no desconfío de ti para nada Eric, pero ¿no crees que deberías pintarlo?.

- Claro que no, el color que tiene le da un toque misterioso y sexi.

- No tienes dinero ¿verdad?.

- No, ni un centavo - respondió de inmediato- Pero lo tendré, te lo aseguro.

Ambos chicos caminaban por los pasillos de la escuela, específicamente, bajaban los escalones hacia el primer piso donde la mayoría de estudiantes eran los novatos.

- Yo podría prestarte un poco.

- Gracias Jason, pero no. Mejor guardalo para la cita de esta noche.

- ¿Qué cita?- preguntó desconcertado.

- Las que conseguiremos hoy- contestó pasando el brazo por sus hombros- nuevo año, nuevas conquistas. Así funciona amigo.

- Claro, si tu lo dices. ¿Qué tan rápido crees que podamos conseguir una cita que no quiera salir con alguien de tercero?.

- Ten fe amigo, tengo un buen presentimiento.

Seguido de sus palabras, al doblar bruscamente la esquina chocó con un pequeño cuerpo, acabando ambos en el piso.

- Sip, seguro debo atenerme a tus presentimientos- comentó con gracia al ver la escena.

- Cállate - dijo levantándose furioso- Oye ¿qué te pasa? ¿acaso no ves por donde vas?- cuestionó mientras se sacudía la ropa.

- ¿Disculpa?.

Para sorpresa de ambos, al levantar la vista se encontraron con una chica castaña realmente hermosa, quien los miraba con un poco de recelo ante la acusación del castaño.

Sus libros y mochila estaban en el suelo regados a su alrededor, ella aún seguía en el piso tratando de recoger todas sus cosas para que no fueran pisadas por los demás.

Saliendo del trance, ambos chicos se lanzaron al suelo para ayudarla a recolectar sus cosas.

- Déjame ayudarte- dijo Eric tomando su mano para levantarla.

Ella aceptó cordialmente para luego, una vez de pie, soltarlo y sacudir la suciedad de sus pantalones.

Ambos la observaban. La chica vestía con gracia y elegancia en su porte: Llevaba unos pantalones de mezclilla que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, como una segunda piel, también vestía una blusa simple color azul marino pero que resaltaba sus pechos, acompañando esto, resaltaban su botas negras estilo militar de suela gruesa que la hacían ver más alta, mas no lo suficiente. Y ni hablar de su cabellera castaña que poseía ondas en los lugares correctos para una perfecta proporción facial, dicho cabello le llegaba hasta la cintura. Lo que sólo resaltaba más su complexión.

- Amm de verdad lo lamento, no vi bien por donde iba, una disculpa - volvió a hablar Eric luego del escrutinio realizado por ambos.

- Descuida, supongo que también es mi culpa por no poner atención al recorrido y no poder encontrar mi casillero mientras cargo todo eso - dijo señalando lo que ellos sostenían.

- Podríamos ayudarte si gustas- propuso Jason.

- ¿Lo harían? Enserio sería de mucha ayuda.

- Claro que si, nada nos gusta más que ayudar a una linda damisela en apuros ¿no es así Eric?.

- Claro, nosotros estamos felices de ayudarte si nos lo permites.

- Amm está bien, gracias.

- ¿Cuál es tu casillero?.

- Es el B2.

- Tienes suerte, es en este pasillo. Es por aquí sigueme.

Siguieron recto hasta los casilleros que estaban cerca de la entrada de la escuela.

- Es este.

Acto seguido, la chica abrió su casillero para posteriormente comenzar a tomar los libros y demás que sostenían los otros.

- Gracias enserio por ayudarme, no se que habría echo sin ustedes. Seguramente abría recorrido toda la escuela y aún así no lo hubiera encontrado.

- ¿Así de despistada eres?- cuestionó con gracia Matthews.

- Depende del día, si - respondió riendo junto a él.

- ¿Eres nueva verdad?.

- Si, soy del programa de intercambio.

- ¿Eres del grupo de cerebritos?- preguntó Jason.

- ¿Qué?- rió - ¿Qué quieres decir?.

- Bueno es que... no te ves como si fueras del grupo de cerebritos- contestó Eric.

- ¿A no?.

- Nop.

- Y ¿como me veo entonces?- cuestionó acercándose a él, intimidándolo por la cercanía.

- Como... amm- titubeó una y otra vez- como... una chica... ¿normal?.

- ¿Normal? ¿Qué es normal para ustedes?.

- Bueno es que comúnmente los cerebritos usan gafas y visten raro y muy formal- respondió Jason.

- Bueno entonces yo les he demostrado que no siempre es así.

- Por supuesto - comentó el castaño- Eric Matthews - se presentó extendiendo su mano en forma galán.

- Alex Lawrence - aceptó el saludo.

Sus ojos eran profundos, podrías perderte en ellos en un diminuto segundo. Miradas conectadas. Sus orbes de un color café intenso adornados por esas largas y gruesas pestañas lo observaban tratando de indagar, como si quisiera ver más haya del ser físico.
Se negaban a soltar sus manos, no se movían, no decían ni una palabra. Pero si de algo estaban seguros es habían visto algo que llamó su atención. No sabían qué, pero aún tenían tiempo para descubrirlo.

- Jason Marsden - reventó la burbuja estirando su mano sonriente.

Incómoda, Alex aceptó el saludo sonriendo igual. Mientras que el castaño le daba una mirada de pocos amigos.

Aprendiendo a vivir... Ahora es mi turno -Eric Matthews y tu-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora