16. Chichero y cachapero.

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Unos ruidos me despertaron a las ocho y pico de la mañana.

Medio dormida, rasqué mis ojos con los puños buscando despertarme, se escuchaba gente hablan como como bajito, pero no podía entender lo que decían. Abrí los ojos y me quedé viendo al techo un rato mientras intentaba descifrar de dónde venía eso.

Oh, eran Jungkook y Gordo, ¿Estaban hablando pacíficamente?

Me asomé por el borde de la cama y al ver semejante vaina puse esta cara :o

Jungkook abrazando a Gordo por atrás con la pierna montada mientras le tocaba el pelo, mientras que Gordo andaba de lo más happy disfrutando del calorcito de Jungkook.

Si tuviese un teléfono, tomaría una foto para publicarla en Instagram.

—Mhm... Jagi. —susurró Jeon mientras seguía jugando con el pelo que ayer dijo que parecían nudos de perro decolorados.

Gordo se removió en la cama —Marico, yo no soy tu Jagi. 

Inmediatamente los dos se sentaron de un solo coñazo en la cama, separándose. Jungkook gritó, Gordo gritó igual mientras se tapaban con la cobija y empezaban a pelearse por ella, yo estaba era disfrutando del show.

Comencé a reírme como una pajua mientras ellos se metían coñazos con las almohadas y se insultaban a muerte, Gordo se fue para atrás del almohadazo que le metió Jungkook que se dió la cabeza con el suelo.

Nagueboná de tramposo, chinito del coño, eso no se vale.

Kook rió perversamente.

Cuando mi risa se calmó, los saludé —Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola.

—A mí me hablas en español, maldita.

—No estoy hablando contigo.

—Buenos días, Jagi. —saludó alegremente Jungkook. —Iré al baño a cambiarme, ya vuelvo.

Jungkook se levantó y fue a su bolso a buscar su ropa, su cepillo de dientes y sus cremitas para la cara, yo sabía que ese pato no pudo nacer con la piel así de perfecta. Se metió al baño y aproveché para tirarle una almohada a Gordo.

¡Coño, ya pues!

Mimiste con Jungkook primero que yo, parecía la escena esa de "¿Y dónde están las rubias?".

Que pajua eres.

Bostecé —Me voy a cambiar en el baño de afuera, cuando desayunemos les digo cuál es el plan de hoy.

No, hija —negó —Yo cargo es sendo ratón.

¡No me importa, José! Nadie te mandó a tomarte hasta el agua del perro. —grité mientras salía del cuarto con una sonrisa en la cara.

Hoy sería un gran día.

×××

¡Apúrate, chinito!

Jungkook andaba vuelto un ocho, sin entender lo que le gritaban, y con solo dos manos sirviendo cinco vasos de chicha.

—¡Ay, no puedo, no puedo, Kiara! —Jungkook me gritó cuando se le botó la chicha en el brazo, estaba a nada de ponerse a llorar.

En cambio Gordo y yo estábamos de lo más light en la sombra, sentados comiéndonos unas empanadas de queso con una malta mientras veíamos el reguero que hacía Jungkook.

Ese Jungcuca tuyo no sabe hacer un coño. —opinó Gordo antes de darle otro mordisco a su empanada.

—¿Deberíamos intervenir?

¡Nojoda, Jungkook! || Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora