A sabiendas de que algo iba a ocurrir, jamas habría entrado en mis expectativas la escena que se estaba llevando a cabo de un momento al otro en aquel recinto aromatizado con confusión y duda permanente en el aire; todo esto, debido a que los acontecimientos se componían de cinco osos de peluche con diferentes accesorios, tonalidades y texturas saliendo de un brinco desde la cabina de los Exisals hasta el suelo, mientras gritaban sus respectivos nombres: Rojo, Monotaro. Amarillo, Monosuke. Rosa, Monophanie. Verde, Monodam. Y por último, azul, Monokid. Nada más terminar de pronunciar sus nombres en el aire como si fueran acróbatas, aterrizaron en el suelo, donde comenzaron a recitar algún tipo de lema o muletilla.
—¡Buen-oso días! —Exclamaron al unísono, alzando sus brazos y juntándolos a la vez, mientras elaboraban aquel mal juego de palabras, haciendo referencia a su apariencia física. —¡Todos juntos formamos... —Crearon una mini-pausa, para darle más suspense a la escena, aunque ya fuera lo suficientemente inusual. —los jóvenes Monokuma! —Continuaron con su especie de "presentación" aquellos osos de peluche tan extraños.
¡¿Osos de peluche?! La verdad era algo bastante inesperado, pero quizás fueran algo inofensivos si se trataban de objetos inanimados, ¿no? Claro, si no fuera por el pequeño detalle de que, no eran inanimados, estaban moviéndose y hablando como un humano normal, algo completamente inimaginable para cualquier persona habitante en la sala, a la vez que perturbador e inquietante el por qué alguien habría creado semejantes criaturas, por lo que permanecimos con sorpresa y aún más confusión en nuestros rostros, sin articular ni una sola palabra, tan solo mirando expectantes la escena, esperando algún tipo de señal de que no iba en serio, o al menos no del todo, porque de veras, ¿estos osos eran los que habían estado atentando contra nuestras vidas en todo momento?
—Ahora que hemos salido de los Exisals... —Comenzó a sentenciar el "joven monokuma" que previamente se había presentado como "Monotaro", y que parecía haberse dado cuenta de las expresiones de las personas frente a él, y con esto, sus pensamientos. —Ya no damos tanto miedo, ¿verdad? ¡¿Verdad?! —Soltó con voz retadora, tratando de parecer amenazante e imponente ante los demás.
Pues la verdad era que, no, en absoluto, ni un tercio del miedo que sentí mientras era perseguida por esas grandes y altas máquinas, pero eso no significaba que no fueran peligrosos de todas formas, ¿verdad? Quizás tenían armas de alta tecnología insertadas en el interior de sus sistemas o algo por el estilo, aunque guiándome por su apariencia jamás me hubiera imaginado que esos adorables peluches hubieran sido participes de conversaciones que trataban sobre asesinar a jóvenes adolescentes de formas sangrientas y desagradables, pero después de todo, tampoco tenía pensado acercarme demasiado.
—Está demasiado desesperado... —Se lamentó Monophanie, juntando sus dos ¿manos? Con forma de pequeñas y redonditas bolitas en gesto de angustia.
—¡¿Estáis preparados para morir, desgraciados?! —Amenazó frenéticamente Monokid, el oso de color azul. Parecía que su personalidad era algo intensa, tanto que llegaba a irritante.
—¡Este sigue igual! —Volvió a intervenir Monophanie, que al parecer era la más coherente de entre los osos.
—¡Pues claro! ¡Porque mi puta presencia es putamente suficiente para mandar a estos hijos de puta a su puta casa! —Agarró esa palabra y no la soltó en toda la frase al parecer, mientras que seguía escupiendo con un tono jocoso cosas sin sentido.
Mientras que los peluches continuaban charlando entre sí y desviando temas por do quier sin centrarse en lo que venían aparentemente a hacer, la duda seguía impregnada en el ambiente, y los ojos y oídos pegados en sus extraños monólogos, hasta que de repente alguien tomó el turno de palabra.
—Ey... ¿estos peluches se están moviendo solos o soy yo? —Preguntó confundido aquel chico de la perilla, y no me extrañaría que pensando que todo eran sus propias alucinaciones internas, debido a la rareza que se traía consigo la escena en sí misma.
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«Pétalos sangrientos». -v3
Fanfiction- Recuerdos perdidos, lagunas incesantes en tú memoria, ¿quién eres realmente? ¿qué estás buscando? ¿cuál es tu razón de perdurar? Todo se nubla a tu alrededor cuando tratas de encontrar respuesta a cualquier pregunta relacionada contigo, y la pert...