#001 Te has ido

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│Me encuentro a mí mismo, esperando por él. │

A veces, el destino es tan cruel.

Un nuevo día comienza, mi cuerpo y mente conocen la rutina. Mis pensamientos se bloquean y dejo que todo comience una vez más. Como la arena cayendo del reloj.

La nieve por fin se deja ver por el ventanal a pesar de la presencia del vapor provocado por el invierno. Tan hermosa y triste como siempre, parecida a cascadas de películas, parecida a una laguna de lágrimas, tan frágil y fácil de dañar.

Mi cabeza se mueve hacia los lados, me niego a mis pensamientos que comienzan a querer volar. Y mis pies descalzos caminan por el departamento tan cálido por la calefacción y frio a la vez por la soledad gobernante.

No pienses en él, no pienses en él.

Un dolor se instala en mi pecho, hay dos tazas reposando sobre la barra de desayuno, forman un corazón que logro romper al agarrar una pero... ¿Por qué no logro recordar de quién es la otra? Provoca un dolor en mi cabeza, me quejo.

Mi mente me ruega abandonar ese camino de pensamientos y supongo que es lo mejor. La presión en mi pecho no me está gustando, no me agrada la forma en la que mis manos se aferran a la porcelana y tiemblan de forma incontrolable, como si algo me estuviese atormentando. Mis pies se arrastran lejos.

No pienses en él, no pienses en él.

No recuerdo cuando mis ojos empezaron a carecer de vida, si fueron semanas, meses o años, solo sé que en un momento de mi vida el brillo desapareció haciéndome sentir muerto en vida, como si mi cuerpo no me perteneciera.

El sofá me brinda comodidad y, gracias al nudo en mi estómago, me veo incapaz de tomar un sorbo del café, abandonando la taza en la mesa vieja y desordenada para dejar que mis manos se guíen solas hasta la polvorienta guitarra reposando en uno de los lados del mueble.

Una triste melodía se hace presente, tarareo una canción que no conozco y que sé, sin embargo. Parece perfecta para el clima invernal, y por unos instantes una mueca con parecido a una sonrisa se escapa, un sentimiento de melancolía me llena y la sonrisa se va tan pronto como llegó. Mis manos dejan de tocar y mis ojos se llenan de lágrimas.

Una vez más niego con mi cabeza, dejando de lado la guitarra conforme mi cuerpo reacciona, de nuevo no me siento yo y es tan común en estos días que no me preocupo.

No pienses en él. No pienses en él.

Mis dedos intentan peinar el desastre de mi cabello castaño, es tan extraño, o eso pienso mientras miro mi reflejo en el vidrio de la ventana empañado por el frío. Por alguna razón que desconozco un sentimiento de ser apuñalado se instala en mí cuando pienso en cambiarlo.

Por breves segundos es como si escuchara una voz, alguien susurrando un -Te ves tan guapo así- junto con una breve risa que me contagia, aquello hace que siempre me encierre en casa, perdiendo todo el control de mi cuerpo y las agujas clavadas en mi piel. Duelen pero calman un dolor en mi pecho.

He olvidado cuantas veces he enloquecido al escucharlo, he olvidado cuantas veces tiré todo lo que estaba a mi alrededor, he olvidado cuantas veces busque desesperado por todo mi hogar por algo que no recuerdo solo para no hallarlo y caer de rodillas, cubriendo mi rostro con ambas manos y rompiendo en un llanto desgarrador. Aquella voz provoca cosas que no me gustan pero ¿Por qué no recuerdo quién es?, tengo que negar de nuevo, estoy yéndome a un lugar oscuro, eso creo.

No pienses en él. No pienses en él.

Mi ropa es tan simple al salir de casa, por alguna razón los días de nevada me traen paz, me reconfortan. Sentir los copos frágiles sobre mí, el viento azotando contra mi rostro, y la risa de las personas, en especial niños pequeños, jugando en los cúmulos de nieve como si todo estuviera bien, Haciéndome creer que todo está bien.

DARKNESS Español (KimCop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora