LXIV

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14 de septiembre, Minho no podrá olvidar esa fecha, cubre los ojos de Jisung después de un largo viaje, autobús, tren, de nuevo autobús y después caminar por lo menos treinta minutos, ni siquiera sabe cómo Jisung ha aguantado tanto tiempo con los ojos vendados, llevan tres minutos desde que la venda se fue y Minho lo guía cubriendo sus ojos. El romanticismo cayó cuando tuvieron que irse en autobús, así que Minho se permite hacer bromas tontas mientras tiene a su lindo amigo a su merced.

—me aburro. — dice Jisung cuando están están a punto de llegar, Minho se ha cansado de decirle que sea paciente, pero él está siendo consumido por el entusiasmo que sufren en esos momentos. —Es por esto que no quería decirte esta fecha.

Minho se ríe al recordar que tardó en obtener aquella información cuando eran apenas niños. Se acerca al oído derecho de su chico y deja un beso en su mejilla, ya han llegado y se ha detenido, pero no es momento de soltarlo.

—Es tu cumpleaños, es un día especial— le murmura con cariño.

—Es un día cualquiera.

—Para cualquier persona, pero tú no eres cualquiera.

Descubre los ojos de su chico y lo abraza, tan fuerte que ni siquiera puede inclinarse para ver la reacción de Jisung.

Un prado siempre es precioso y tranquilo, el lugar perfecto para perderse un rato, pero hay algo más, algo que espera por Jisung que Minho ni siquiera escondió dentro de una caja con papel para regalo, y eso es lo importante. Sonríe porque el silencio no parece ser malo, sabe cuál es la razón por la que no se escucha ninguna palabra. Gira a Jisung para verlo cara a cara y lo vuelve a abrazar, porque no quiere que su lindo chico se apene.

—Eres un idiota. — le dice Jisung con voz trémula. Minho asiente. —No... sabes que no me... ¿Por qué lo haces tan difícil?

Minho se encoge en hombros.

—Es sólo para empezar.

—Nunca se empieza con una cámara profesional.

—Detalles más, detalles menos.

La planeación no fue su fuerte todo el tiempo, fue difícil encontrar un buen lugar natural para que Jisung pudiera sacar buenas fotografías, y aún así quedaba un recorrido que el menor no logró ver y que sin duda podría sacar provecho de regreso. Ese es el obsequio que planeó Minho sin ayuda, sin sólo desembolsar la billetera, fue algo que planeó y que se esforzó en hacerlo, así como Jisung se esforzó en obsequiarle una barra de chocolate hace años, y un anillo que jamás se aparta de su dedo.

Su chico cumple quince años, y es importante para él, porque siente que son los últimos años relativamente tranquilos que tendrán.


Life Love ❣︎ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora