Epílogo

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Steve no recordaba que había sucedido cuando cayó al agua, se sentía muy desorientado.

Miró a su alrededor y pudo percatarse que estaba en una habitación antigua.

¿Seguiría en 1943?

Su pregunta fue respondida por la radio, donde narraba un partido en el cual estuvo presente.

"¡Los dodgers empatan cuatro a cuatro!"

Su cara fue de total confusión, y esta aumento con el hecho de ver a entrar a una mujer de estatura promedio.

-Lamento los inconvenientes -dijo -Lo que menos queremos es alterarlo.

-¿Donde estamos?-preguntó con voz severa.

-¿Disculpe? No logro entender a qué se refiere -contesto la amable mujer.

-Ese partido es de mayo del 41, lo se estuve ahí -steve pudo notar ligera tension en la joven. -Te lo preguntaré otra vez. ¿Donde estamos?

-Capitán, calmese por favor -pedía la chica mientras accionaba un botón.

-¡¿Quién eres tú?!-grito finalmente.

No le fue difícil escapar del lugar, aunque tuvo que hacer varios destrozos para lograrlo.

Su estado era difícil de saber, ¿que clase de mundo era ese? Todo era tan moderno, los autos eran más sofisticados.

-Descanse soldado -escucho una voz a sus espaldas -Lamento los inconvenientes, solo queríamos revelartelo lento.

-¿Revelarme que?-preguntó confuso.

-Estuviste dormido, por casi 70 años -respondió el hombre con el parche.

—¿Entonces este es el futuro?—dijo tranquilo.

-¿Disculpa?—se mostró interesado el
hombre a su lado

—¿Que año es este?—preguntó el rubio.

—2011 —respondió sin entender la calma del hombre. —Oye, te notó muy calmado. ¿Vas a estar bien?-preguntó el hombre.

-Sí, supongo que sí -admitió.

—Bien, por favor le pido que venga con nosotros —dijo él. —Le presentaré al uno de nuestros mejores agentes, Philp colsoun. Le asignaremos un departamento.

Tal y como había prometido el hombre al que tuvo la fortuna de conocer, este le asignó un departamento propio, la ayuda del agente asignado le fue de gran utilidad.

—Este es un teléfono moderno —le dijo entregando el aparato. —Cuando la barra se ponga en rojo, tiene que cargarlo a una fuente de energía con esto.

—¿Esto es lo que utilizan en la era moderna?—lo examinó a detalle. —La tecnología sí que ha avanzado mucho.

—Se acostumbrara —respondió —Aunque de igual forma si no lo hace, hay un teléfono con cable para realizar llamadas en la sala de estar, está es una tarjeta de crédito, con ella podrá comprar diversos productos sin depender de dinero, así como de guardarlo.

—Gracias —sonrió el capitán —Esto es... Interesante.

—Una cosa mas —informó el agente. —Le darán un mes para que se ubique y conozca la ciudad y piense sobre la iniciativa del director Fury. Pasado ese tiempo, vendré a buscarlo, lo llevaremos en Quinjet hasta la base. Tenga buena tarde Capitán.

Tal y como le habían informado, después de un mes el Jet aterrizó en un avión más grande, los dos individuos bajaron de este.

-Pongan el equipaje del capitán en una habitación -ordenó el agente al personal -Ah, justo a la persona que deseaba ver. Agente Romanoff, el capitán Rogers.

-Hola -saludo la espía de manera simple.

Steve había quedado en shock, su mirada no dejaba de ver a la hermosa pelirroja que tenía delante suyo. Era exactamente igual a la joven que recogió a su hijo aquella vez.

Estaba igual de hermosa como la primera vez que sus ojos la vieron.

-Hola -le contesto sin salir de su ensoñación a penas la vio. Tanto que no se dio cuenta cuando coulson agitó su mano para que reaccionara.

-Capitán ¿que ocurre?-pregunto el agente.

-¿Qué? -dijo mirando al agente. Pará después prestar atención al hombre a su lado. -Oh, no no era nada.

-Muy bien —dijo el agente. —Señorita Romanoff el capitán ahora trabajará para detener la amenaza. Enseñele todo. Y como trabajamos aquí.

-Me encargaré de ello -dijo dándole un buen levantamiento de dedos en señal de aprobación. -Te necesitan en el puente. Todavía están en la búsqueda de loki y el cubo.

-Allá nos vemos -respondió para después dejarlos solo -Cuidalo.

-Como ya le dijeron, soy la agente Romanoff. Natasha Romanoff -dijo con orgullo -Es un honor tenerlo en el barco, Capitán, gracias a sus conocimientos. Estoy casi segura que podremos poner la tierra a salvo

-El placer es todo mío. -expresó con orgullo -Trabajar con una mujer tan hermosa como usted, será todo un privilegio.

El capitán sintió como uno de sus bolsillo comenzó a vibrar, era aquel aparato tecnológico que aún le costaba acostumbrarse.

-¿Problemas para adaptarse al mundo moderno? -preguntó curiosa.

-Un poco, aún no logro entender cómo funciona esta cosa —dijo el hombre

-Es fácil, solo tiene que picar aquí y toda la información requerida le será dada. -corroboró. -Sí quiere puedo ayudarle con eso.

Steve la miró por breves segundos, y sólo ahí pudo notar sus facciones, de nariz perfecta, labial color durazno, ojos verdes y cabello pelirrojo.

Sin siquiera ser consciente, ya estaba esbozando una sonrisa total y sincera. Todo esto sin que ella se diera cuenta.

—Lo agradecería bastante —dijo sinceramente.

-Entonces es una cita -dijo animadamente Natasha.

-¿Qué te parece cerca del carrito de HotDogs que está en el parque? También necesito aire fresco. -pidió el rubio.

-De acuerdo, si sobrevivimos a esto, lo veo a las cuatro en el árbol que está en el centro. -dijo ella para después retirarse.

Esto lo hizo porque el doctor banner llamó la atención del capitán, quien le aseguró con totalidad que lo que más le interesa en esos momentos, era recuperar el cubo y no el hecho de convertirse en un monstruo gigante y verde.

-Le aseguro que ahí estaré -contempló. Poco antes de que la viera marchar, pues, si bien la información del doctor banner le interesaba, aún estaba pendiente de la mujer frente suyo.

-Es una cita entonces -le contestó por su parte.

Steve la vio irse embobado, definitivamente hizo una muy buena elección al haberse quedado congelado por setenta años.

Por otra parte la espía camino de regreso a la base, su cabeza no dejaba de pensar en el americano.

-Espera -dijo de pronto en cuanto se detuvo -¡¿Cómo que una cita?!

°°°°

Señores, damas. Oficialmente terminamos la historia.

Lo sé, lo sé. Sé que tarde un poco para acabar esta, historia, pero sinceramente últimamente no había mucho por hacer, me llegaban ideas de otras, y escribía.

En fin, espero que les haya gustado esta loca historia que no tiene mucho sentido.

Opte por dejarlo a la interpretación  del lector.

Sin mas yo me retiro, los quiero, así como también quiero que ese botón de votos estalle. Vamos se que pueden lograrlo.

La historia del héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora