Día 5: Confidentes

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Arte: dusksmote en Tumblr

Magia / Estrella Fugaz / Festividades

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Después de aquella noche, Stan se enteró que Kyle se había mudado a Nueva Jersey.

No habían mencionado algo que saliera de esa noche. Lo facilitó el hecho de pensar que esa noche era una cosa que pasaba una vez en la vida: cruzar esa línea con un viejo amigo, después de tanto haberse resistido a no hacerlo.

Cuando Stan tomó la decisión de irse a Denver para estudiar música, supo que iba a distanciarse más de Kyle, de forma física por lo menos. Sin embargo, ahora ni siquiera tenía el consuelo de visitar South Park y topárselo por ahí. Con la escuela, la banda y la familia, no tenía en sus planes buscar a Kyle en medio de especímenes similares a su faceta impulsiva.

Se había enterado entre pláticas de bar que Kyle de "alguna forma" había caído en el estúpido mundo de las drogas.

El golpe de culpa no se hizo esperar. Stan lo sabía desde hace algún tiempo. Incluso cuando le preguntaron a Craig si sabía al respecto, se negó. Había sido un desliz que sólo él pudo ver en ese tiempo...

En algún punto consideró que Kyle jamás tenía errores con otras personas. Tampoco es que lo creyera perfecto, a donde llega su mente es que quizá esa vez en esa fiesta no había sido un error, sino el modo particular del pelirrojo de pedir su ayuda, porque era una situación que escapaba de su voluntad.

Y él sólo lo había ignorado porque "las cosas estaban raras"...

Maldita sea.

Sólo la familia Broflovski sabía que su hijo mayor estaba en ese maldito lugar para adictos. Ike lo había "endulzado" diciendo que era su gran regreso al pueblo y que estaba feliz de tenerlo de nuevo ahí cerca. Pero podía verlo una vez por semana, muy parecido a lo que hacían cuando estaba en Jersey.

Cuando Kyle superó el infierno de la abstinencia, un asunto de apenas un par de semanas que se sintieron como años de sed, todo se volvió mucho más aburrido de lo que ya era.

Nunca fue un experto en hacer amigos, así que sólo tenía compañeros. Y de ese grupo, muy pocos tenían temas de conversación fuera de la mierda que estaban haciendo ahí.

Había gente en negación, que pregonaba lo útil que era estar ahí y lo maravilloso que se sentían, aun cuando no estaban consumiendo y que nunca volverían a hacerlo. Otros eran bastante negativos y hablaban en clave de su droga de preferencia, así que era bastante sencillo sacarlos de sus casillas y hacerlos entrar en desesperación. Y luego estaban los que no quería ver, bajo ningún motivo, aquellos que consideraba los peores: los traficantes de contrabando.

Por desgracia, su compañero de cuarto era esto último. Le había pasado sus precios y condiciones en plena noche, ya que se había tomado la molestia de conocerlo y había creído que se llevarían bien y que no todo sería una mierda, como había creído desde que vio llorar a su papá y se le bajó de una el efecto de la última cosa que aspiró.

Esa noche acabó con una terrible cólera y sus puños impactando en ese idiota.

Lo bueno es que ya nadie le ofrecía nada. Lo malo era que también ya nadie quería hablar con él y estaban tardando en asignarle otro compañero por eso mismo. Todos le temían un poco, o no se interesaban en tener problemas con alguien de Jersey. Aunque ya no sentía la influencia de Kyley-B corriendo por sus venas, y más bien fuera sólo un pobre imbécil que sus papás atraparon esnifando.

Para arruinar una amistad (Style Week 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora